HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Feb 2016 18:20

Excmo Sr. D. José DE AGULLO - PINOS Teniente General del Ejercito Españoln

D. José de Agulló-Pinós y de Pinós-Fenollet, de Rocabertí y de Perapertusa (Gironella, Barcelona,? — Ceuta, 4 de octubre de 1704), I Marqués de Gironella, XVII Barón de Gironella y otros señoríos y lugares en Cataluña. En su dilatada carrera militar y política fue Capitán de Caballería en 1665 y de Coraceros del ejército de Cataluña en 1669. Desde 1673 a 1679 fue Mariscal de Campo del Tercio de Barcelona, ascendiendo a General de Artillería. Protector-Presidente del Brazo Militar de Cataluña de 1683 a 1685. Como miembro del Brazo Militar el 22 de marzo de 1689 realizó junto con el oidor de la Real Audiencia Miguel Calderó el dictamen “Disposición para el donativo universal de Cataluña” por encargo del Virrey Duque de Villahermosa, que ante la inminente ruptura de hostilidades por parte de Francia, falto de recursos para hacer frente a la situación, se respaldó en él para avalar la solicitud de un “Donativo General” para eximir a las poblaciones del alojamiento de tropas de caballería, así mismo, fue uno de los miembros del Brazo Militar junto a don José de Pinós, don José de Oliver, don Ramón de Copons y don Antonio de Potau, que recorrieron las principales “universidades y pagesías” en un intento por convencerlas que aceptaran. Destinado en la Cerdaña y ascendido a Sargento General de Batalla en 1687, fue Gobernador de la Seo de Urgel en 1690, sitiado por el Duque de Noailles y sin posibilidad de recibir refuerzos de la corona fue derrotado viéndose obligado a rendir la plaza a los franceses, fue hecho prisionero y confinado en Montpellier.

Liberado ya en 1697 ascendió a Teniente General siendo requerido en Barcelona por el Virrey Velasco. Miembro del Consejo Supremo de Guerra, defendió el Sitio Barcelona puesto por los ejércitos franceses del Duque de Vendôme durante el verano de 1697, que supuso además, tras la capitulación de la ciudad, el fin a la Guerra de los 9 años. Estuvo entre los destacados representantes de “los tres Comunes de Cataluña” (Diputación, Consejo de Ciento y Brazo Militar) que a propuesta de la “Diputació del General” crearon una “Novena” (comisión en la terminología de la época) - en concreto fue junto a José de Pinós y Felipe de Ferrán uno de los tres miembros designados por el Brazo Militar - para debatir en la misma los actos que las tres instituciones se ven obligadas a realizar para festejar la inesperada mejoría del monarca a principios del año 1700, velando por no mermar las reservas financieras de la Diputación. Así como tras el fallecimiento de Carlos II se instauró la controvertida “Viceregia” , fue uno de los destacados diputados que participó en las reuniones de “la Conferencia dels Comuns” a lo largo de 1701, esta vez como representante de la Diputación, mostrándose partidario de “la quietud” frente a las disposiciones testamentarias del difunto rey mientras su sucesor no jurase en cortes. Elegido por su conocido carácter anti-francés como el Embajador de la Diputación del General del Principado de Cataluña (Generalitat) enviado a Madrid para dar la bienvenida al nuevo rey Felipe V recién llegado a la corte, y de entregar a S.M. la carta fechada el 29 de abril de 1701 donde se solicitaba pasase a jurar los Fueros y Constituciones del Principado, convocando para ello Cortes Generales de Cataluña. Asistió como Diputado del Brazo Militar a las Cortes Generales de Cataluña de 1701-1702, siendo de los que protestó en contra del “Disentimiento presentado por Pere de Torrelles” en dichas cortes, las cuales estuvieron en muchos momentos a punto de no clausurarse por las exigencias de los Brazos al Monarca, no obstante, este cedió en casi todas las demandas, considerándose dichas cortes un gran éxito para las leyes, libertades y costumbres del principado, cuyo ejemplo lo tenemos en el restablecimiento del “Tribunal de Contrafacciones” el cual regulaba el poder de la Real Audiencia, es decir del rey, sobre las decisiones de las instituciones catalanas.

Nombrado en 1702 Gobernador y Capitán General de Ceuta y costas de África, fue su heroico defensor durante el verano de 1704 junto a todo el pueblo ceutí, repeliendo unidos el asedio que por tierra y por mar padecieron. Ocurrió que aprovechando el sitio que por tierra sufrían desde hacia diez años por el caudillo Mulay Ismail, la Escuadra Anglo-Holandesa del Almirante Sir George Rooke y del Príncipe Jorge de Hesse-Darmstadt, puso rumbo a Ceuta tras su invasión de Gibraltar, con el objetivo de obtener el control de ambos lados del Estrecho, con el apoyo del rey marroquí al que embaucaron con falsas promesas. En dicho año obtuvo nuevamente el reconocimiento del monarca, otorgándole la merced de Gentil Hombre de Cámara de S.M. sin entrada ni ejercicio, además de una pensión de dos mil ducados al año.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Feb 2016 18:41

Excmo. Sr. D. Vicente María ACEVEDO Y POLA Capitan General del Ejercito Español
Vicente María de Acevedo y Pola (Vigo, Pontevedra, 1726 – Reinosa, 1808) fue un militar español que luchó en la Guerra de la Independencia Española con el rango de general.

En el levantamiento de Asturias contra los franceses en mayo de 1808 fue nombrado vocal de la Junta de Gobierno y general en jefe de las tropas de Asturias. Se incorporó al Ejército que actuaba en Vizcaya y se distinguió en las batallas de Valmaseda y de Espinosa (noviembre de 1808).

En la batalla de Espinosa cayó gravemente herido y su ayudante Rafael del Riego tomó el mando de la División Asturiana. Riego tuvo que retirarse derrotado, llevándose consigo a Acevedo. En las inmediaciones de Reinosa una patrulla de cazadores franceses les dio alcance y, a pesar de los ruegos de Riego, asesinaron a Acevedo a bayonetazos. Riego fue apresado y llevado a Francia

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Feb 2016 18:52

Excmo. Sr. D. Miguel Ricardo DE ALAVA Y ESQUIVEL (General Alava) General del Ejercito Español

General español, nacido en Vitoria el 7 de febrero de 1771 y muerto en el Balneario de Barèges (Francia) el 14 de julio de 1843.

Hijo de Pedro Jacinto de Álava y Navarrete y Manuela de Esquivel y Peralta, recibió la primera educación en el Seminario de Vergara y entró pronto a servir como cadete en el regimiento de Sevilla, de donde pasó después a la Marina. Estuvo presente en varias batallas contra Nelson, como la de Trafalgar, que le valió el ascenso a capitán de fragata. La Marina, precisamente, le nombró representante en la Junta Española de Bayona, y en tal condición asistió a todas las sesiones de la misma, del 15 de junio al 8 de julio de 1808; además, fue uno de los firmantes del llamado Estatuto de Bayona.

Siempre en el campo afrancesado, se trasladó a Madrid, donde todavía estaba cuando el rey José tuvo que abandonar la capital; entonces, Álava se presentó a Castaños, quien le integró en el ejército con el grado de teniente coronel, agregado al regimiento de las Órdenes Militares.

En 1809, ya como coronel, Álava empezó a servir de intermediario entre Wellington y los jefes militares españoles, y al año siguiente pasó a incorporarse en el Estado Mayor del generalísimo británico. Autor de una carta al brigadier Diego Barco, publicada como cartel con el título de Extracto de una carta escrita en Lesaca el 2 de Agosto por el General Álava al Brigadier de los Ejércitos Nacionales D. Diego Barco, reimpreso en Burgos por Ramón de Villanueva, s.a. (1809). De entonces arranca la gran amistad entre los dos. En 1812 aprobó, lo mismo que Wellington, la conducta del conde de España, quien recogió los títulos josefinos de los miembros del Ayuntamiento de Madrid, y les dio otros en el acto. Álava sirvió toda la guerra con Wellington, acompañándole en varias batallas - la última la de Toulouse- y en la visita del inglés a Madrid en mayo de 1814, el mismo año que fue ascendido a Teniente general.

En 1812 publicó un Manifiesto en favor de los afrancesados, tanto soldados como oficiales, que acompañaron al Intruso de Madrid a Segovia, y un Parte que da el Mariscal de Campo...al Sr. Jefe del Estado Mayor General (Sevilla, 1812).

Con el cambio de régimen político español, y no obstante la recomendación de Wellington a Fernando VII, antes de que el año finalizase Álava fue encarcelado, lo que provocó la indignación tanto de Wellington como de su hermano, el embajador Wellesley. Por ello en 1815 Álava recibió una misión en París, en donde se hallaba Wellington de embajador, y al llegar los Cien Días se incorporó, una vez más, al ejército de Wellington, combatiendo a su lado en Waterloo.

En 1815 fue nombrado embajador en La Haya, en donde estuvo hasta 1820. Partidario de la revolución de ese año, fue diputado por Álava en las Cortes de 1822-1823. Su correspondencia de 1820 le muestra como un sincero liberal, nada extremado, que piensa que la revolución revitaliza España sin hacer daño a nadie; añade también que los sucesos de España son un modelo para los pueblos.

A comienzos de 1823 Álava fue la persona de confianza de Lord Fitz-Roy Somerset, enviado por Wellington a Madrid para lograr del gobierno español una modificación de la Constitución. Pero cuando en 1823 llegaron las notas ofensivas de las potencias y San Miguel contestó con firmeza, Álava lo aprueba, y en la carta a Wellington le dice que España está dispuesta a repeler la fuerza con la fuerza, al mismo tiempo confía que la Gran Bretaña no podrá permanecer neutral ante el ataque francés contra España, esperanza de la que muy pronto le desengañará Wellington.

Álava siguió a las Cortes en su marcha a Sevilla y a Cádiz, donde fue uno de los votantes de la deposición temporal del Rey el 21 de junio de 1823, e incluso fue seleccionado para formar parte de la comisión que debía proponer los nombres de los regentes (Valdés, Ciscar y Vigodet). Ya para entonces parece que Álava negociaba entre Angulema y Fernando.

El 27 de mayo de 1823, Wellington le escribió para ofrecerle asilo en Hampshire o en Niza o en Toscana, ofrecimiento reiterado meses más tarde. Álava se mantuvo en Cádiz hasta octubre, fecha en la que con la protección de la autoridades francesas embarcó en dirección a Gibraltar; desde allí escribe a su gran amigo, contándole los sufrimientos morales que había pasado durante el sitio de Cádiz, "craignant à instant un regicide, pour lequel le Roy donnait à chaque moment de grans et plausibles motifs". Después, se trasladó Álava a Inglaterra, país en el que fue recibido en las más altas esferas tanto de la sociedad londinense como de los medios diplomáticos y militares. Vivió incluso en la propia casa de Wellington, hasta que éste fue hecho primer ministro.

Hacia 1828 se trasladó a la localidad francesa de Tours, por razones de clima, lo que no disminuyó sus ansias de renovación constitucional española. En 1830 se menciona su nombre junto con los de Mina y Torrijos, para dirigir una hipotética expedición militar contra la península; no aparece, en cambio, su nombre, en las disensiones de los emigrados de estos años. Le recomienda Cea Bermúdez a González Salmón (Londres, 8 de enero de 1831). Regresó a España en 1833, y tuvo escaño como representante del estamento de próceres. Cuando a finales de 1834 Wellington formó gobierno gobierno brevemente y participó después en el dirigido por Sir Robert Peel, Álava fue nombrado embajador y negoció en tal condición el Convenio Eliot. Tras ser de nuevo embajador en Inglaterra en 1840-1841, se retiró después a la vida privada. Había recibido varias condecoraciones, entre ellas la gran Cruz de la Orden del Baño y la encomienda de Hornachos, en la Orden de Santiago, ambas concedidas en 1815. A esta segunda renunció en 14 marzo 1822, en beneficio de la Nación.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Feb 2016 20:30

Excmo Sr. D. José Miguel DE LA CUEVA Y DE LA CERDA Teniente General de los Reales Ejercitos de España

José Miguel de la Cueva y de la Cerda (Madrid, 26 de diciembre de 1775 – Londres, 18 de febrero de 1811) fue un aristócrata, militar y diplomático español titular de la Casa de Alburquerque y de la Casa de Siruela, destacado por su papel en la Guerra de la Independencia Española.

Nacido en Madrid en 1775, fue hijo de Miguel de la Cueva y Enríquez de Navarra, XIII duque de Alburquerque, XII marqués de Cuéllar y IV de la Mina, XVI conde de Siruela, XIII de Ledesma, XIII de Huelma y VII de Pezuela de las Torres, tres veces Grande de España, y de su mujer Cayetana María de la Cerda y Cernesio Odescalchi, de los condes de Parcent.

Fue teniente general de los Reales Ejércitos, caballero de la Orden de Santiago, comendador de Villoria, gran cruz de la Orden de Carlos III y gentilhombre de cámara con ejercicio y servidumbre de Carlos IV de España. Durante el transcurso de la Guerra de la Independencia Española participó en varias contiendas, siendo destacada su actuación en la defensa de la plaza de Cádiz. Tras las desavenencias surgidas con la Junta Militar, fue enviado como embajador en Londres ante Jorge III de Inglaterra, donde fue muy bien recibido y entabló amistad con Arthur Wellesley, duque de Wellington. Desde allí envió su conocido Manifiesto del Duque de Alburquerque acerca de su conducta con la Junta de Cádiz y arribo del exército de su cargo a aquella plaza. Murió ejerciendo el cargo el 8 de febrero de 1811, y a su funeral asistieron todos los ministros británicos, los embajadores, ministros extranjeros, la nobleza inglesa y extranjera y sobre todo los españoles residentes en Londres.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Feb 2016 20:37

Excmo. Sr. D. Mariano ALVAREZ DE CASTRO General del Ejercito Español

Militar español, nacido en Burgo de Osma (Soria) en 1749 y muerto en Figueras (Gerona) el 22 de enero de 1810.

Miembro de una ilustre familia castellana, empezó su carrera militar muy joven. En 1768 se incorporó al ejército y sirvió como oficial en las Guardias Reales Españolas y fue a estudiar a la Academia de Barcelona, de la que salió en 1775. Su trayectoria fue fulgurante: en 1783 era segundo teniente de fusileros, pasó con el mismo empleo a granaderos tres años más tarde, y ascendió a teniente coronel de Infantería en 1789, el mismo año en que fue nombrado primer teniente de fusileros; en 1791 fue nombrado teniente de granaderos. En 1793 tomó parte en la guerra contra Francia, en la campaña del Rosellón, año en el que también fue ascendido a coronel de Infantería. En 1794 y 1795 fue, sucesivamente, capitán supernumerario y brigadier.

Participó en el bloqueo de Gibraltar desde septiembre de 1799 hasta que terminó, y en la expedición de Portugal desde mayo de 1801 hasta que se firmó la paz. Se encontraba en Barcelona en 1808, al frente del castillo de Montjuich, cuando el 29 de febrero las tropas francesas se presentaron a ocupar la fortaleza; quiso resistir y, así, mantuvo a raya al general francés Dubesme hasta que una orden expresa del gobierno le hizo entregar el castillo.

Logró evadirse de Barcelona, fue nombrado general de la vanguardia del ejército de Cataluña en el Ampurdán; finalmente, se le nombró gobernador interino de la plaza de Gerona, que defendió por espacio de muchos meses contra el ejército francés, lo que le valió el ascenso a mariscal de campo en abril de 1809.

Precisamente su participación en la defensa de la ciudad es la causa de que su nombre se haya inmortalizado. El sitio de la plaza, el tercero que sufría durante la guerra de la Independencia, duró del 2 de mayo al 11 de diciembre de 1809. Durante ocho largos meses los franceses convirtieron en ruinas la ciudad; el hambre y la peste acabaron con casi todos sus defensores y el mismo Álvarez, víctima de unas crueles tercianas que lo redujeron al estado más extremo, tuvo que resignar el mando después de recibir los Sacramentos, pero sin haber firmado la capitulación.

Encargó entonces la defensa al teniente de rey Julián de Bolívar, que sí la firmó. A pesar de hallarse Álvarez moribundo, los franceses lo sacaron de la cama, lo hicieron prisionero y lo condujeron a Francia. Allí lo retuvieron en Perpiñán y Narbona, donde lo maltrataron como si de un malhechor se tratara; poco después lo trajeron a Figueras, y lo encarcelaron en el castillo de San Fernando de Figueras el 9 de enero de 1810, en una cuadra, en la que se le encontró una mañana muerto, bien fuese por el efecto que debieron causar aquellas violencias sobre su salud aniquilada, bien como otros sospechan, porque fue asesinado. Se dijo que había sido envenenado, y así se hizo constar en la lápida conmemorativa que se colocó en el castillo en 1815, lámina destruída por los franceses en 1823 y mandada reponer al año siguiente.

Gloria a los que dieron su vida por España

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Feb 2016 20:44

Excmo. Sr. D. Pedro de Alcantara TELLEZ-GIRON Y PIMENTEL General del Ejercito Español

Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pimentel (Quiruelas, Zamora, 1776-1851), también conocido como el príncipe de Anglona, fue un destacado militar durante la Guerra de la Independencia Española. Fue director del Museo del Prado de 1820 a mediados de 1823, cuando el ejército francés invade de nuevo a España y tiene que exiliarse en Italia.1 En 1840 fue nombrado gobernador y capitán general de Cuba.

Fue asimismo director de la Real Academia de San Fernando de 1849 a 1851,3 cargo que ostentó hasta su muerte.

Hijo menor de Pedro de Alcántara Téllez-Girón, IX duque de Osuna y María Josefa Pimentel y Téllez-Girón, ambos importantes mecenas de las artes y las letras españolas de la época. Francisco de Goya les hizo de la familia el retrato Los duques de Osuna y sus hijos que se encuentra en el Museo del Prado.

Bajo las órdenes del duque del Parque, estuvo luchando en Salamanca al mando de una división de caballería durante las batallas de Tamames (1809), y Alba de Tormes (1809) y, más tarde, bajo las órdenes de Manuel la Peña en la batalla de Chiclana (1811).

El 30 de octubre de 1812, en plena Guerra de la Independencia, fue enviado por las Cortes de Cádiz a arrestar al general Francisco Ballesteros, jefe del 4º Ejército, quien, a principios de ese mes, había llamado a la rebelión en protesta por el nombramiento de Wellington como generalísimo del Ejército de España.

En septiembre de 1813, al mando de una división del III Ejército, llegó para participar en el sitio de Pamplona.

A principios de 1814, ya estaba al mando de ese mismo ejército, con 21 000 efectivos, y en abril de ese año cruzaron los Pirineos para ocupar Pau.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Feb 2016 20:54

Excmo. Sr. D. Francisco BALLESTEROS General del Ejercito Español

General y político español nacido en Brea (Zaragoza) en 1770 y muerto en París en 1833.

Estudió en Zaragoza, siendo después cadete y oficial en el primer batallón de Voluntarios de Aragón, del que pasó a un regimiento de catalanes. A consecuencia de un desafío fue gravemente herido en el brazo derecho, lo que no le impidió ser capitán en el regimiento de Cazadores de Barbastro, haciendo en 1801 la campaña de Portugal. Fue a Madrid a curarse el brazo, y obtuvo el retiro y la comandancia del resguardo de Ávila.

La Guerra de la Independencia le va a proporcionar una inigualable oportunidad. Visitador de Rentas, él mismo se enorgullece de haber sido de los primeros en acudir al patriótico llamamiento, cosa indudable. Pasó a Oviedo, se halló en Madrid el 2 de mayo, volvió a Asturias, cuya Junta le ascendió de golpe al empleo de mariscal de campo. Hay en esto acaso un matiz social que conviene retener: el 25 de septiembre de 1808 había en Oviedo gran disgusto e inquietud popular contra las Autoridades, ya que había corrido la especie de que la Junta quería anular una provisión de 1785 que amparaba a los colonos en la posesión de los bienes arrendados; y aunque la especie fue desmentida ya el 26 se nombró el 29 un Tribunal ejecutivo represivo, al cual se dotó asimismo de una fuerza para el "castigo pronto, ejemplar y militar", a cuyo frente se puso a Ballesteros. Este luchó primero en Asturias, y después se internó en Castilla y Andalucía, combatiendo en Santander, la Albuera, Ayamonte, condado de Niebla y Bornos, siendo el liberador de Granada.

Una proclama suya, en el Cuartel general de la Higuera, el 10 de octubre de 1810, se publicó en el Diario Mercantil de Cádiz, del 31 de octubre de 1810. Un parte suyo dirigido a la Junta de Sevilla, en Sanlúcar de Guadiana el 25 de enero de 1811, apareció en la Gaceta extraordinaria de Cádiz, número 4, del 9 de febrero de 1811. Este mismo año, el 25 de enero, había ganado la batalla de Los Castillejos, que es exaltada por El Conciso, número 20, del 10 de febrero de 1811, en el que se reproduce un fragmento del parte de Ballesteros.

Ascendido a teniente general en 1811. Se dice de él que es "el general de la revolución", y al paso que se reconoce su dureza, se alaba su energía (Conciso, número 17, del 17 de abril de 1811). Su proclama "A los pueblos de la Sierra y Condado de Niebla", glorioso campo de la Albuera a 18 de mayo de 1811, apareció en El Conciso, número 3, del 3 de junio de 1811, y la dirigida "A los soldados de su mando", en Feria el 25 de mayo de 1811, también en El Conciso, número 5, del 5 de junio de 1811 ("mis satisfacciones y mis glorias son las vuestras"). Fragmentos de una carta, fechada en Feria el 23 de mayo de 1811, dirigida a Francisco Velarde, comunicándole la muerte de su hermano Emeterio, en El Conciso, número 31, del 31 de mayo de 1811. Su parte, fechado en Campos de Jimena, el 25 de septiembre de 1811, en el que comunica su victoria en San Roque, en El Conciso, del 1 de octubre de 1811. Se dirige "A los nobles habitantes de Andalucía" apelando a su patriotismo para que se realice la reunión de desertores y dispersos (Conciso, 12 de noviembre de 1811). Una proclama a sus soldados, en Bornos a 8 de noviembre de 1811 (Conciso, 17 de noviembre de 1811). En esta época recogen efectos para él, en Cádiz, Manuel de Torrontegui (varios) y Diego Méndez (morriones).

Estuvo a punto de ser hecho prisionero o muerto en la venta de Ojen (Málaga), de donde sólo escapó a uña de caballo. En una carta que dirige al gobernador de Gibraltar, fechada en Los Barrios el 18 de diciembre de 1811, transforma su peligro de muerte, que reconoce, en victoria. El Conciso del 29 de diciembre de 1811 publica un fragmento de la carta. Su proclama "Serranos y amados compatriotas", dada en el cuartel general de Casares a 22 de enero de 1812, se publica en el Diario Mercantil de Cádiz, número 30, del 30 de enero de 1812: exalta en ella la disciplina y la instrucción de los serranos en Ceuta, afirma que será inflexible en lo relativo a la deserción, y pide ciega obediencia a sus órdenes, por parte de los soldados pero también de sus familiares.

El general francés barón Maransin denuncia en Málaga el 6 de marzo de 1812 sus métodos bárbaros para reclutar a los jóvenes, que en gran número han sido llevados a la insurrección, rompiendo así los pueblos lo que Maransin llama su pacto de paz y civilización con los franceses.

General en jefe del cuarto ejército, en un parte fechado en Prado del Rey a 26 de agosto de 1812, comunica la ocupación de Ronda y Villamartín (Diario Mercantil de Cádiz, del 31 de agosto de 1812). Por sus ideas de inflexibilidad es acusado de haber dado una proclama en Granada el 18 de septiembre de 1812, en la que dice que aplicará la pena de muerte a los desertores y dispersos, y si no fuesen habidos, se llevará a sus padres, y confiscará sus bienes.

El 24 de octubre de 1812, en Representación dirigida al Ministro de la Guerra, rechazaba el nombramiento de Wellington para general en jefe de los Ejércitos españoles, lo que le valió ser inmediatamente destituído y confinado en Ceuta; pero le valió también una gran discusión entre elementos intelectuales españoles, entre ellos la adhesión de Romero Alpuente, Muñoz Arroyo y otros, que veían en su conducta una defensa de la independencia nacional, por la cual estaba luchando todo el país.

Sus Representaciones conocieron varias ediciones, y se reflejaron también en los periódicos de la época. De la primera se dice que hubo millares de ejemplares, impresos en Granada y reimpresos en Cádiz (Palau no cita los de Granada). De cinco de ellas se da cuenta en El Redactor, número 629, del 5 de mayo de 1813, fechadas las dos primeras en Granada, el 30 de octubre, otra en Antequera, el 10 de noviembre, y la última en Ceuta, el 10 de diciembre.

Riaño cita también unos Respetuosos descargos de D. Francisco Ballesteros fechados en Algeciras en 1813 (el texto probablemente es el de la quinta representación). Tan sólo se sometió Ballesteros a partir de la cuarta representación.

Se dice que el 30 de octubre en Granada arengó a la multitud, diciendo: "Vmds. saben ya que mi delito es oponerme a que mi nación sea sometida a la Inglaterra, como sucede al Portugal". Los vivas se repitieron el día 31, entre ellos el de Viva el General Ballesteros, la Virgen santísima le saque con bien, lo que le hizo emocionarse.

El Patriota, que da estas noticias, le define así: "Su sobriedad, su desinterés, su vigilancia, su llaneza universal y característica, su denuedo impetuoso en los trances más arriesgados, y su esmero infatigable en cuidar del calzado, vestuario y alimento le hacían idolatrar del soldado. Su sistema de guerra, que es el del movimiento perpetuo, es el único verdadero, y más peleando contra franceses. Sus luces y su talento no salen de la esfera de una recomendable medianía. La prosperidad, o más bien la nombradía, le ha enloquecido, y su imprudencia le ha precipitado en términos de que no es fácil recobre su esclarecido predicamento". La Regencia publicó un Manifiesto sobre la cuestión, en el que argumentaba que no le había quedado más remedio, dadas las constantes desobediencias del interesado.

En su contra aparecieron las Reflexiones de un militar español sobre la conducta del general Ballesteros, de las que se da cuenta en el mismo número del Redactor, "Un patriota madrileño: Aviso al sencillo, pero honradísimo, pueblo español (espera de su patriotismo que repare el mal que ha hecho), Vallesteros y Wellington (un aragonés lamenta la conducta de su paisano), Conducta escandalosa del general Ballesteros" (Cádiz y Madrid, 1812) y La espada de la Justicia contra los sediciosos con motivo de la desobediencia del General Ballesteros, que recomienda la observancia de las leyes, anunciada en El Patriota, número 23, del 8 de septiembre de 1813. Apareció también Vallesteros (monólogo), composición poética sobre los afectos del general, que confiesa su delito, y espera ser perdonado. La toma de posición va a dar lugar a verdaderas familias de folletos, pro y contra : El patriota Andaluz, es decir, Molle: Vallesteros (en contra de que un extranjero sea generalísimo, alaba el talento militar de Ballesteros), "F.R.D.I": Artículo inserto en la Gazeta de Santiago, de noviembre de 1812, reproducción en Cádiz en 1813, (contra el nombramiento de Wellington), El verdadero español: "Respuesta al papel intitulado Vallesteros" (elogia a Ballesteros, pero Wellington es necesario. El patriotismo exige unión, subordinación y orden), El ciudadano cordobés R.G.: "Vallesteros: El impugnador impugnado", en Cádiz, 1812, (contra El patriota Andaluz), El patriota canario: "Vallesteros. Respuesta a las reflexiones del ciudadano cordobés contra el Patriota andaluz" (a favor de éste). El folleto de Romero Alpuente se titula Wellington en España y Ballesteros en Ceuta, 1813. Pedro Muñoz Arroyo: Vallesteros. Cartas de Anselmo Torrejón a su amigo Fabricio Núñez (Málaga, 1813). Un periódico bisemanal se tituló Los amigos de Vallesteros (Isla de León, 1813), en contra del interesado. Su retrato aparece en las sombras chinescas, fuegos píricos, del Teatro del Balón, de Cádiz, el 26 de diciembre de 1813, y su nombre fue exaltado en la famosa comedia El Terror de los Franceses y defensor de las Andalucías Don Francisco Vallesteros, (Sevilla, 1814), que El Constitucional, de Madrid del 6 de abril de 1820, creyendo que el autor es el propio general, califica de "necio, indecente y chabacano".

En 1815 Fernando VII le nombró Ministro de la Guerra y le dio la gran cruz de San Fernando, pero a poco, desconfiando de él le destituyó y le envió desterrado a Valladolid. En 1820 fue llamado a la Corte. General en jefe del ejército del Centro, el 7 de marzo de 1820, y vicepresidente de la Junta provisional, el 9 de marzo de 1820, fue condecorado con la Gran cruz de Carlos III, el 9 de julio de 1820. Inspector general de Milicias hasta su nombramiento de Consejero de estado y ayudante de campo de S.M. (1821-1823).

En la nueva invasión francesa de 1823 el Gobierno le confió la defensa, pero prefirió capitular ante el general Molitor, desoyendo a Riego que le invitaba a cumplir con su deber. Incluido en las condenas a muerte que prodigaba el Rey, de nuevo absolutista, residió sin embargo en El Puerto de Santa María sin ser molestado; pero en 1824, tras el decreto de amnistía, llegó orden de detenerle, por lo que decidió acudir a las autoridades francesas. En junio 1824 se le dio pasaporte para Francia, saliendo de España en un buque inglés. Después fijó su residencia en París, donde recibió una pensión de 12.000 francos anuales.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 01:01

Excmo Sr. D. Joaquin BLAKE Y JOYES General del Ejercito Español

Joaquín Blake y Joyes (Vélez-Málaga, 19 de agosto de 17591 -Valladolid, 27 de abril de 1827) fue un militar español de origen irlandés. Fue Presidente del Consejo de Regencia de España e Indias (1810-1811) y Jefe del Estado Mayor.

De los pocos datos biográficos que hay de él anteriores a la Guerra de la Independencia, hay que destacar su intervención en las primeras campañas de la Guerra del Rosellón contra la Revolución francesa, en 1793, al frente de un cuerpo de voluntarios de Castilla.

Al estallar la lucha de España contra Napoleón, y con la graduación de brigadier, participó en numerosas acciones de guerra: El 14 de julio fue derrotado, junto con Cuesta, en la batalla de Medina de Rioseco. Sus fuerzas ocuparon y perdieron varias veces la ciudad de Bilbao durante septiembre-octubre de 1808. Logró una victoria táctica sobre los franceses en Valmaseda, pero fue perseguido sin tregua por fuerzas muy superiores y forzado a presentar batalla en Espinosa de los Monteros, donde tras dos días de duros combates fue completamente derrotado. Logró una gran victoria en campo abierto en Alcañiz y en la defensa de Murcia, en 1809. Formó parte de la segunda regencia elegida por las Cortes de Cádiz. Propuso la institución permanente del Cuerpo de Estado Mayor para que fuera responsable de la coordinación de las operaciones militares y de la cartografía militar. El cuerpo fue creado por Real Orden de 9 de junio de 1810, nombrándole su jefe y responsable de su implantación. Pero Blake era un hombre de acción. Prefería exponerse a los peligros del combate que a los artilugios dialécticos de los diputados, por lo que se reintegró al servicio activo, participando, al lado del general Castaños, en la victoria de La Albuera (1811).

Derrotado por el mariscal Suchet en la batalla de Sagunto, se refugió en Valencia, pero a principios de 1812, agotados todos los recursos y después de una heroica resistencia, tuvo que capitular. Prisionero de los franceses, estuvo encerrado en el fuerte de Vincennes hasta que, a la caída de Napoleón, pudo regresar a España. Fernando VII le encargó la Dirección General de Ingenieros en 1815.

Durante el Trienio Liberal, el capitán general Blake dejó su cargo de Ingeniero General en 1820 para ser nombrado presidente del Consejo de Estado. Tras la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823, fue desterrado por no estar de acuerdo con las extremas medidas de represión que adoptó el monarca al retornar al absolutismo. Ni siquiera se le permitió acudir a los baños de Cestona cuando lo solicitó por motivos de salud.

Falleció en Valladolid el 27 de abril de 1827. Su memoria se perpetúa en una placa donde se hallaba su residencia, calle Santuario esquina con la calle López Gómez y sus restos se encuentran en la vecina Iglesia de El Salvador, en la capilla familiar.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 01:09

Excmo. Sr. D. José DE URBINA Y URBINA Teniente General del Ejercito Español

José de Urbina y Urbina, tercer conde de Cartaojal (21 de abril de 1761 en Jerez de la Frontera-22 de marzo de 1833 en Madrid) fue un general español que participó en la Guerra de la Independencia.

Cartaojal se enroló como cadete en la Guardia Real en 1771, mientras estudiaba en Matemáticas en Barcelona. Llegó a ser teniente general, pero fue destituido de su cargo tras su derrota estrepitosa en la batalla de Ciudad Real.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 01:18

Excmo. Sr. D. Francisco Javier CASTAÑOS Y ARAGORRI General del Ejercito Español

Militar español, nacido en Madrid el 22 de abril de 1758 y muerto en la misma ciudad el 24 de septiembre de 1852, que fue capitán general de los ejércitos españoles.

De noble familia, ingresa en el ejército como capitán de Infantería, en 1768, en atención a los servicios prestados por sus antepasados. Estudia en el Seminario de Nobles de Madrid, y tras diversos hechos de armas asciende a brigadier, en 1793, y a mariscal de campo, en 1795.
En 1799 su asiduidad en las tertulias de la condesa de Benavente, de clara oposición al favorito, provoca su destierro a Badajoz.

Ascendido a teniente general, en 1802. En mayo de 1808 es nombrado comandante del Campo de Gibraltar. Ante la invasión francesa, al principio acepta la autoridad napoleónica, pero en seguida se adhiere al bando patriota y llega a un acuerdo de ayuda mutua con el general inglés Darrimple. Un Decreto suyo, fechado en Utrera el 27 de junio de 1808, sobre lo perjudicial que son las prostitutas en el ejército, se publicó en Cádiz en 1808, circuló profusamente, y fue reproducido en Demostración de la lealtad española, t, II, y en Colección de proclamas.

No fue el vencedor de Bailén, pero sí el general en jefe del ejército y capitán general de Andalucía, y por tanto el que recogió los laureles. El parte en el que comunica la rendición de Dupont, dado en el cuartel general de Andújar a las 8 de la mañana, del 19 de julio de 1808, lo publica la Junta de Sevilla en Noticias del ejército de Andalucía (Cádiz, 1808), y lo mismo a las 6 de la tarde -ignoro el por qué de esta diferencia horaria- aparece en Diario Mercantil de Cádiz, número 206, del 22 de julio de 1808, los oficios de comunicación a la Junta de Sevilla se publican también en el Diario Mercantil de Cádiz., números 218 y 210, del 3 de agosto y 26 de julio de 1808, y la proclama "A los Andaluces. Después de la rendición del ejército francés en las faldas de Sierra Morena" en Gazeta Ministerial de Sevilla, del 23 de julio de 1808, y en el Diario Mercantil de Cádiz, número 211, del 27 de julio de 1808, y en CPLSa, número 17, del 2 de agosto de 1808, proclama en la que recuerda a los andaluces que han vencido a los vencedores de Marengo, Jena y Austerlitz, y les dice como españoles: "Ya tenéis una Patria: ya sois una gran Nación". Sin esta frase, la proclama aparece de nuevo en Diario Mercantil de Cádiz, número 221, del 16 de agosto de 1808.

Contribuyó a la formación de la Junta Central y del Consejo Superior de Guerra, escribiendo notables palabras al general Gregorio de la Cuesta sobre la "anarquía militar", "despotismo" y "esclavitud" que resultaría de la interrupción del proceso civil español por parte de los militares (18 de septiembre de 1808). Perdió la batalla de Tudela (23 de noviembre de 1808), por lo que sufrió consejo de guerra, que le absolvió.

Tesorero del ejército, en 1809. Presidente de la Regencia hasta la reunión de las Cortes en 1810. Firma como tal una Real Cédula, del 22 de junio de 1810, por la que se manda guarda el decreto de extinción de los juzgados de Policía y seguridad pública, y se restituye a las salas del crimen y juzgados ordinarios el conocimiento de las causas de infidencia. Una vez cesado, lo mismo que a los demás ex-Regentes, las Cortes le ordenaron, el 17 de diciembre de 1810 salir de Cádiz y la Isla, lo que provocó una Representación del interesado, ante la cual las Cortes el 19 del mismo mes aclararon que era una medida política, que "no envuelve censura ni punición".

Por la batalla de la Albuera recibió de la Regencia la gran cruz de Carlos III, el 27 de mayo de 1811, distinción que agradece el interesado, en Olivenza el 1 de junio de 1811, atribuyendo sus triunfos a la Providencia, al valor de las tropas y a la capacidad y entusiasmo de los jefes, y además al hecho de que España ha vuelto a la libertad, saliendo de la larga prostitución a que la había condenado una Corte corrompida (Conciso, 13 de junio de 1811). No obstante, García Quintana el mismo año 1811 le clasifica entre las autoridades odiadas, débiles o indolentes.

Su comunicación de la victoria de Arroyo-Molinos, dada en el cuartel general de Valencia de Alcántara, el 29 de octubre de 1811, se publica en el Redactor, número 147, del 8 de noviembre de 1811, y la orden general del quinto ejército, del 9 de noviembre de 1811, que incluye un oficio de R.Hill, dado en Portalegre el 6 de noviembre de 1811, en el que comunica la victoria sobre Girard, que aparece publicado en el Redactor, número 161, del 22 de noviembre de 1811 y número 239, del 8 de febrero de 1812, una representación A las Cortes, fechada en el cuartel general de Fuentes de Oñoro, el 9 de enero de 1812, en favor de "Los patriotas castellanos", sin nombres, de los que se dice que habían jurado a la fuerza al gobierno intruso.

Capitán general de Galicia, en 1812, publica las proclamas "El capitán general del reino de Galicia, a sus ilustres habitantes", en el Redactor, número 325, del 4 de mayo de 1812, El general ... a su ejército, en el Redactor número 387, del 5 de julio de 1812, que tiene tres vivas: a la nación, al rey y a la Constitución; y "El general...en Santiago, a sus tropas", en el Redactor, número 413, del 31 de julio de 1812. Wellington le nombró general en jefe del ejército del Mediodía, que incluía al 2º, 3º y 4º ejércitos.

Consejero de Estado, Lorenzo Calvo de Rozas le acusó ante las Cortes y ante el país, y publicó su nombre como criminal, infractor de las leyes, de la Constitución, y de lo establecido por las propias Cortes, en Verdades apoyadas en documentos auténticos, mayo de 1812, y Diario Mercantil de Cádiz, número 91, del 30 de septiembre de 1812.

A la muerte del marqués de la Romana se hizo cargo del 5º cuerpo de ejército en Extremadura, con el que contribuyó a las grandes victorias de Arapiles, Vitoria y otras. En diciembre de 1812 asistió en Cádiz al baile que la Regencia dio en honor de Wellington. Un artículo firmado F.X.C., en el Redactor, número 870, del 1 de marzo de 1813, sobre la falta de caballos en España, pudiera ser suyo.

Su Despedida del ejército, en el Cuartel general de Tolosa, el 8 de agosto de 1813, y la disputa con Juan O'Donojú, que le obliga a incorporarse al Consejo de Estado, se publica, con otros documentos, en El Patriota, número 21, del 25 de agosto de 1813.

Consejero de Estado y capitán general de Cataluña, condecorado con la gran cruz de San Hermenegildo y de San Fernando, en 1815.

Camarista nato de la Cámara de Guerra, en 1817 su nombre se hace odioso a los liberales por ordenar la ejecución de Lacy en Mallorca y firmar la muerte de otros constitucionalistas. Dio un bando para prevenir la extensión a España de la peste argelina, y a la vez la contención del contrabando, en Barcelona el 21 de noviembre de 1817, y otro sobre la obligatoriedad de la vacuna, también en Barcelona el 23 de mayo de 1818.

El 13 de marzo de 1820, triunfante la Revolución en Barcelona, es expulsado de la ciudad. No obstante, siguió en el Consejo de Estado hasta 1822. Su posible nombramiento para la Comandancia del Regimiento de Guardias Reales Españolas produce indignación, y en la Fontana se pedirá incluso su cabeza.

Comisionado por el Señorío de Vizcaya, juntamente con José María Jusué, dirigió una Exposición a S.M., felicitándole por su matrimonio con María Cristina. Poco después el Ayuntamiento de San Sebastián le comisionó, en unión de Niceto de Larreta y de Juan Miguel de Adarraga, para que felicitasen personalmente al rey, en cuyo acto el 6 de enero de 1830 pronunciaron un discurso (publicados en Diario de Barcelona).
Durante la última enfermedad de Fernando VII presidió el Consejo de Estado, recibió del monarca en 1833 el título de duque de Bailén, y a su muerte reconoció a Isabel II, y aunque no tomó parte activa en la guerra civil, llegó a suceder a Argüelles como tutor de Isabel y Luisa de Alabarderos.

Murió poseyendo, además de las citadas, las grandes cruces de Carlos III, en 1811, Real Orden Americana de Isabel la Católica, en 1815, Legión de Honor y Toisón de Oro.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 16:59

Excmo. Sr. D. Antonio MALET Capitán General del Ejercito Español

Antonio Malet, Marqués de Coupigny, general español de origen francés.

Natural de Arrás en la región de Artois, Flandes, en 1776 ingresó en el ejército español en calidad de noble, en el regimiento de Reales Guardias Walonas donde llegó en 1795 a Capitán Provisional.

Continuó ascendiendo rápidamente: en 1795 Brigadier, en 1797 Capitán efectivo, en 1808 Mariscal de Campo y Teniente general ese mismo año, y fue nombrado Capitán General de las Islas Baleares desde el 26 de enero de 1812.

Actuaciones militares
Se inician ya en el siglo XVIII, pues participó en el sitio de Gibraltar en los años 1781-1782.

En la guerra con Francia se distinguió en los tres años de campañas: en 1793 en Conflent, retirada de Pedres Tortes, puente de Sant Feliu y en la batalla de Trullás. Actuó a las órdenes del general Antonio Ricardos, como consejero en la construcción de fortificaciones en el Rosellón.

En los difíciles tiempos anteriores a la guerra de la Independencia desempeñó misiones delicadas y tras una estancia en el Algarve portugués, eludió a los franceses alcanzando Ayamonte. De allí se desplazó a Sevilla para volver a Ayamonte y llegar a Badajoz al frente de su división. Luego recibe la orden de dirigirse al Campo de Roque para defenderlo y en plena guerra con Francia, pasa a Sevilla y se hace cargo en Carmona de las tropas que habían huido después de la batalla de este nombre.

Desde Utrera, efectúa varias marchas y contramarchas para distraer al general Dupont que había ocupado Córdoba. Le ataca destruyendo sus líneas de comunicación y su retaguardia, particularmente va a Andújar donde se habían instalado dos hospitales. Persiguió a Dupont a marchas forzadas, 45 leguas en menos de 48 horas, y éste tuvo que abandonar Córdoba. En la batalla de Bailén la actuación de Coupigny fue decisiva.

Todavía tuvo actuaciones importantes en la guerra. En 1809, después de la batalla de Tudela, se le encargó el mando del ejército de Cataluña que se hallaba maltrecho, y allí permaneció, organizando las fuerzas hasta 1811 cuando le transladan a la isla de León. Junto con las fuerzas del general Joaquín Blake, las del general Francisco Ballesteros y las del general Francisco Javier Castaños participó en la Batalla de La Albuera una casi victoria de las fuerzas aliadas (inglesas, españolas y portuguesas).

En el año 1812 fue nombrado Capitán General de las Islas Baleares, desde febrero hasta noviembre, en que fue destituido.

En 1814 y debido a su ideario absolutista fue repuesto en la Capitanía General de Baleares, ejerciendo un poder absoluto durante los seis primeros años de gobierno de Fernando VII.

Murió en Madrid el 12 de junio de 1825.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 17:10

Excmo. Sr. D. Gregorio GARCIA DE LA CUESTA General del Ejercito Español

Gregorio García de la Cuesta y Fernández de Celis (9 de mayo de 1741, La Lastra, Tudanca, Cantabria-26 de noviembre de 1811, Palma de Mallorca) fue un general español que participó en diversos conflictos armados, sobre todo conocido por su participación en la Guerra de Independencia española.

Primeros años

Nacido en La Lastra, Cantabria, en una familia de la pequeña nobleza, Cuesta entra en el Ejército en 1758 como miembro del regimiento de la Guardia Real. Obtuvo cierto éxito durante la Guerra de la Primera Coalición, como por ejemplo en Saint-Féréol el 26 de noviembre de 1793 que le valió el ascenso a mariscal de campo. El 20 de diciembre, obliga a los franceses a evacuar Saint-Elme, Port-Vendres y Collioure. Pero las retiradas militares y las intrigas políticas le impiden ascender más en la escala militar por el momento.

Participación en la Guerra de Independencia española

Sin embargo, tras la agitación que se vive en España a consecuencia de la entrada de las tropas napoleónicas en el país en 1807 y su expansión a principios de 1808, es proclamado Capitán General-Presidente de Castilla en Valladolid después de los sucesos del 31 de mayo en la capital vallisoletana, en el que una muchedumbre salpicada de soldados aclamó a Fernando VII como rey, exigiendo además, frente a las casas consistoriales, el alistamiento general, la entrega de armas y la designación de un jefe.

Primer combate: la batalla de Cabezón

Arrastrado por la voluntad popular, Cuesta organizó un ejército apresuradamente, pues el cuartel general francés estaba en Burgos. La noticia de la insurrección vallisoletana fue recibida en el cuartel general del Cuerpo de Observación de los Pirineos Orientales, en Burgos, la noche del 4 de junio. El mariscal Bessières, visto el evidente riesgo de ruptura de la ruta militar y de postas de Francia a Madrid, dio prioridad a despejar la vía sobre la que se cernía la amenaza de las desconocidas (por ello temidas) fuerzas de Cuesta. En consecuencia, las operaciones de los generales Merle y Lasalle en La Montaña fueron desviadas en favor del teatro meseteño, uniendo sus filas en Dueñas el 11 de junio, listos para encarar al enemigo, del cual, tras el combate de Torquemada y la entrada en Palencia, tienen una idea cabal.

García de la Cuesta logra reunir finalmente una fuerza de unos 4700 milicianos, 300 unidades de caballería regular y cuatro piezas de artillería, que sería llamada de forma grandilocuente Ejército de Castilla. Por su parte, el ejército francés preparó un destacamento al mando del general Lasalle, perteneciente al Cuerpo del ejército francés dirigido por el Mariscal Bessières, que tenía órdenes de normalizar la situación en la ciudad de Valladolid, compuesto de unos 9000 hombres.

El 12 de junio, las tropas de Cuesta se despliegan en Cabezón del Pisuerga entre el puente y el camino a Burgos, frente a las tropas francesas que acechan. Sin embargo, llevado por el entusiasmo de sus hombres, Cuesta decide cruzar el puente y atacar a las fuerzas francesas, que les doblan en número. El resultado es previsible, pues la veterana caballería de Lasalle aplasta a los novatos reclutas y puede marchar hacia Valladolid.

En ausencia de jerarquía militar y política, la estrategia y la coordinación con las otras fuerzas españoles es casi imposible. Cuesta, tras la derrota de Cabezón, se retira al oeste de Castilla, dónde se le unen diversos regimientos procedentes de León, Zamora y Asturias. Además, se le une también el Ejército de Galicia, comandado por Blake, reuniéndose de esta forma unos 24 000 hombres. Una marcha imprudente sobre Valladolid provoca un contraataque francés. Con problemas en la organización a causa de la división en la toma de decisiones, ambos generales son derrotados en la Batalla de Medina de Rioseco el 14 de julio de 1808, durante la cual Cuesta no desplegó sus tropas.

Tras negociacions con la Junta de Sevilla, Cuesta es promocionado brevemente como Comandante en jefe del Ejército Español. Pero es rápidamente depuesto y detenido a causa de intrigas políticas.

Tras la pérdida de Madrid a cause de la derrota en Somosierra la situación española se ha vuelto más desesperada y Cuesta es encargado de reconstituir el Ejército de Extremadura con el fin de defender la frontera meridional. Desafiando la prudencia militar de la época, Cuesta toma la ofensiva en cuanto logra reunir una fuerza suficiente y encuentra finalmente la victoria. En enero y febrero de 1809 toda la provincia de Badajoz es reconquistada a los franceses.

En un movimiento característico de la ineficacia de la burocracia española de la época, Cuesta ve negadas su solicitud de víveres y refuerzos hasta que las autoridades locales aprueban las disposiciones que ha tomado con el ejército. En primavera, una ofensiva francesa anula la ventaja del año anterior. El 28 de marzo, Cuesta es herido y su ejército severamente derrotado en la batalla de Medellín.

Reúne entonces sus fuerzas con las de los británicos comandadas por Arthur Wellesley. La relación entre los aliados es difícil. Ambos preparan la batalla de Talavera, obteniendo una importante victoria para los aliados. Por los méritos de la batalla, Wellesley recibiría los títulos de Vizconde de Wellington y Vizconde de Talavera de la Reina, por su parte, Cuesta recibiría de la Junta Central de Defensa la Gran Cruz de Carlos III.

Sin embargo, tras la victoria en Talavera, se producen algunas derrotas españolas, para gran satisfacción de sus enemigos en la Corte.

Finalmente, Cuesta dimite en diciembre de 1810 a la edad de 69 años, y se retira a la isla de Mallorca, muriendo un año más tarde en 1811

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 17:13

Excmo. Sr. D. Joaquin IBAÑEZ CUEVAS Y DE VALONGA General del Ejercito Español

Joaquín Ibáñez Cuevas y de Valonga (Talarn, Lérida, 1784 - Daimiel, Ciudad Real, 22 de agosto de 1825), más conocido por su título de barón de Eroles, fue un noble, político y militar español del siglo XVIII.

Miembro de una familia noble de Talarn, en el Pirineo catalán, estudió en la Universidad de Cervera. Fue veterano de la resistencia contra los franceses en la Guerra de la Independencia Española, organizando la resistencia en la zona de Talarn y alrededores y financiando un batallón de 1600 hombres. Cayó prisionero tras combates en Gerona pero se escapó y reincorporó en la lucha en Cataluña, participando en la toma de Cervera, Lérida, Peñíscola, Mequinenza y Monzón.

Tras ella destacó en el sector político absolutista tras la vuelta al trono de Fernando VII. Tras el éxito del pronunciamiento militar de Cabezas de San Juan, con el que los liberales, liderados por Rafael de Riego, tomaron el poder, participó en las partidas realistas que, en las zonas rurales perjudicadas por las reformas económicas, reclamaban la vuelta al Antiguo Régimen. Fue uno de los miembros de la Regencia de Urgel e instigó la intervención de la Santa Alianza, que mediante los Cien Mil Hijos de San Luis, repondría el poder absoluto del rey. Fue posteriormente Capitán General de Cataluña.

Falleció a su paso por la localidad manchega de Daimiel, a su regreso de los baños de la Fuensanta. Fue enterrado en el coro bajo de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de esta localidad.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 17:26

Excmo. Sr. D. Carlos Jose D'ESPAGNE DE COURSERANS General del Ejercito Español

Carlos José Enrique d’Espagne, de Courserans, de Cominges, de Foix, Cabalby, d’Espras, Orbesan y Dupac, era el hijo menor del marqués Enrique Bernardo d’Espagne. Nació el 15 de agosto del 1775 en el castillo de Remefort (Ariége). En su casa paterna se formó en instrucción y cultura. En 1791 el castillo fue asaltado por los revolucionarios.

Enrique d’Espagne, conocedor que el rey Luis XVI estaba preso, se ofreció, junto con sus tres hijos, a cambio de la libertad del Rey. La petición le fue denegada. Esto supuso que la familia Espagne tuviera que emigrar, pues peligraban sus cuellos. El marqués con sus hijos emigró a Alemania entrando en el llamado Ejército de los Príncipes, siendo destinado el joven Carlos a la Compañía de Nobles Mosqueteros, en la Brigada que mandaba su padre.

Disuelto el Ejército de los Príncipes, pasaron de Holanda a Inglaterra y, mientras el marqués se dirigía a España para entrar en el servicio de Carlos IV, los tres hermanos Andrés, Arnaldo y Carlos sirvieron en el Regimiento Francés Royal Emigrants con el que hicieron la campaña del 1793. Poco después el marqués los llamó a España. Arnaldo no quiso dejar Inglaterra, y formó parte del Cuerpo de emigrados franceses que en 1795 desembarcó en Quiberón y en aquella infausta jornada murió. Mientras esto ocurría, Carlos con su padre y su hermano Andrés hicieron la guerra del Rosellón contra la república francesa, siendo el marqués Coronel agregado de la Legión Real, Cuerpo de emigrados franceses, y los dos hijos tenientes del mismo regimiento, que luego fue batallón de la Reina. Al firmarse la paz, Carlos fue nombrado Capitán en el regimiento de Borbón donde estaban los emigrados franceses, y su hermano pasó al regimiento de Caballería. Habiendo sido trasladado el regimiento de Borbón a Mallorca, Carlos d’Espagne casó la aristócrata doña Dionisia Rossiñol, de Desplá y Comellas.

En Mallorca fue ayudante del Capitán General, Juan Miguel de Vives. Estando en éste destino fue comisionado para la evacuación de los ingleses de Mahón, conforme a la paz de Amiens, habiendo conseguido que se llevara a cabo con unos días de anticipación a la fecha que debía efectuarse. Al estallar la guerra de la Independencia el general Vives fue nombrado Capitán General de Cataluña, acompañándole su ayudante que ya utilizaba oficialmente su apellido castellanizado de Carlos de España. Tomó parte en la campaña del Principado y al ser trasladado el general Vives a la Capitanía General de Castilla le siguió, sido ascendido a Teniente Coronel, confiándosele luego el mando del batallón de Tiradores de Castilla.

Por su comportamiento en las acciones de Barba de Puerco, Alcántara y Puerto de Baños, ascendió a coronel y, en 1810, después de la batalla de Tamames y ataques de Fresno, Medina del Campo, Alba de Tormes, Puerta de Pico y Cáceres ascendió a brigadier. Al frente de su brigada estuvo en la acción de Trujillo, asistió al combate de la Roca, asaltó la Alcoleta, participó en la acción de Abrantes y fue herido en el asalto de Badajoz. Estuvo luego en la acción de Evora y en la famosa batalla de Albuera recibió una lanzada. En recompensa de sus méritos le fue concedida la faja de Mariscal de Campo.

En 1814 mandaba la División española que entró en Francia, batiéndose todavía contra los franceses en la acción de Bayona. Durante la guerra de la Independencia, al ser recuperado Madrid por los españoles, fue Comandante General y jefe político de dicha provincia. En 1815 pasó destinado a mandar una división que debía intervenir en Francia durante el período conocido por los Cien días pero, la victoria de los aliados en Waterloo, hizo innecesaria su actuación. Comandante general de Tarragona antes de recibir dicho mando, volvió al mismo destino cuando los temores de restauración del Imperio en Francia quedaron disipados.

En 1818 fue segundo cabo en la Capitanía General de Cataluña de cuyo cargo fue depuesto al triunfar la revolución constitucionalista iniciada por Riego en Cabezas de San Juan. La regencia de Urgell, teniendo en cuenta que en 1815 había ascendido a teniente general y en 1818 le había conferido Fernando VII el título de Conde de España, y conociendo su fidelidad inquebrantable al Rey, sus convicciones antiliberales y su capacidad militar, le nombró Virrey de Navarra, tomando el mando de las tropas de vanguardia de la expedición franco-española del duque de Angulema en 1823. Triunfante el régimen absoluto de Fernando VII, fue en 1824 nombrado Capitán General de Aragón. En 1825 reprimió la sublevación del general Bessières, cumplimentando rigurosamente las órdenes recibidas de Madrid, y en ese mismo año fue nombrado comandante de la Guardia Real de Infantería.

En 1827 pasó a Cataluña con el cargo de Capitán general. El Conde de España, fiel siempre a los deberes de su cargo y a las órdenes recibidas, desplegó el mismo rigor contra los realistas puros que contra los liberales. En esa época, sobre la severidad del Conde, llegó a escribirse: “La historia culpa al Conde de España; nosotros aseguramos que fue sólo el instrumento tan obediente como sumiso, tan rígido como militar, y militar de otro siglo”. Fue destituido de su cargo de Capitán General de Cataluña el 11 de diciembre del 1832.

La Junta Carlista de Berga inició conversaciones con él para que se adscribiera al Carlismo. Los primeros contactos se produjeron en el 1835. El Conde tenía que entrar por la frontera franco-catalana. Inesperadamente se dejó detener por los gendarmes. De allí fue trasladado a Lille. Permaneció confinado en esta Ciudadela hasta que pudo salir fingiendo estar enfermo y loco. El 4 de julio del 1838 ya estaba en Cataluña, donde ocupó el cargo de Capitán General del ejército carlista. A parte de su vertiente militar, durante la guerra de los siete años, el Conde de España posibilitó la creación de la Universidad Carlista de San Pedro de la Portella. Con el tiempo la Junta de Berga consideró que se había excedido en crueldad, sobre todo en Olvan, Gironella y Berga. Esto provocó su detención y destitución. Un rápido juicio ordenó su ejecución. Sus mismos compañeros lo estrangularon y lo lanzaron al río Segre. Su asesinato se produjo en Coll de Nargó el 2 de noviembre del 1839.

Resulta ser que, por el año 1840, María Roset, hija de un médico y catedrático de la Universidad de Cervera (Lérida), que a la sazón fue amigo del conde de España, su hermano José Roset, el señor Caba, un pariente de éstos, y dos sirvientes, decidieron ir a la feria de Orgañá. Al pasar por el Coll de Nargó, uno de los criados les mostró el lugar donde había sido muerto el conde de España y su tumba. José Roset, que era médico como su padre, deseó tener un recuerdo del que fuera gran amigo de su padre. Según parece, ayudado por sus compañeros de viaje, abrieron la tumba del conde, cogió el cráneo, lo puso dentro de una bolsa y se marcharon.

Los Roset, poco después de cometer el robo de la testa, fueron sorprendidos por una cuadrilla de ladrones. Durante ocho días permanecieron en manos de estos criminales, sin que nadie los reclamara. Los cautivos consiguieron huir y regresaron a Igualada, su ciudad natal, con la testa del conde de España. José Roset deseaba hacer un estudio frenológico del cráneo. Años después marchó a las Filipinas y, según cuentan, la cabeza del conde viajó con él. Alguna enfermedad tropical acabó con la vida del médico. Malas lenguas opinaban que la maldición del conde había matado al insigne doctor. En carta testamental, José Roset legó a su hermana Antonia, todos sus bienes. Así pues, hizo traer desde las Filipinas muebles, joyas, efectos personales y el cráneo, de nuevo, a Igualada.

Antonia Roset depositó el cráneo en un nicho de la iglesia de San Agustín, donde se estableció la Congregación de la Buena Muerte. ¡Que nombre tan adecuado para nuestra historia! Antonia Roset, al morir, dejó como herederos del cráneo a éstos religiosos.

En el año 1858 los familiares del conde de España, que residían en Mallorca obtuvieron, por Real Orden firmada el 25 de noviembre, permiso para exhumar los restos mortales del conde y trasladarlos a Defla. En junio de 1859 se realizó el traslado de los restos sin la testa, pues aún estaba depositada en la iglesia de San Agustín de Igualada.

El reverendo Pinós, que pudo observar la testa en la iglesia de San Agustín nos lo describe así: “Se ven en él muchos guarismos, delineamientos y alguna inscripción, según lo manifestado por Dª María… y en la parte interior del órgano del oído hay escritas “C. de E.”, que seguramente debió poner el médico. El cráneo ofrece la circunstancia de tener la parte posterior, o sea el hueso occipital mucho más abultado que el de los demás cráneos y que la generalidad de los hombres”.

José de España, nieto del Conde, mandó a Juan Jaume Reus, para que certificara la autenticidad de la testa y la devolviera a Defla. La testa llegó a Mallorca el 30 de mayo de 1885. Con la solemnidad que el hecho merecía, fue incorporada a los otros restos del conde de España.

Saludos :saluting-soldier: :saluting-soldier: :saluting-soldier:
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Marco Tulio Cicerón.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 18:25

Excmo. Sr. D. Manuel Alberto FREIRE DE ANDRADE Y ARMIJO General del Ejercito Español

Nacido en Carmona (11.04.1767), provincia de Sevilla, en el seno de una familia vinculada a la Milicia, fue bautizado como Manuel Alberto Josef León. Fueron sus padres Francisco, a la sazón Subteniente del Regimiento de Caballería de Alcántara y natural de Santomé (Galicia) y Josefa Armijo y Bravo, natural de la propia Carmona.

En octubre de 1814 (7.10.1814) se le concedió permiso para casarse con Beatriz Abbad y Alfaro (33 años) viuda de Antonio Briones e hija del Coronel Estanislao Abbad y Lasierra. Se tiene noticias de la existencia de al menos dos hijos: Manuel que falleció joven, y José.

Como era habitual en familias de militares, ingresó, siendo aún niño, en el Ejército. El 13 de mayo de 1774, recién cumplidos los siete años era nombrado cadete de menor edad en el Regimiento de Caballería de Alcántara, en el que servía su padre. Posteriormente pasó al de Calatrava (1.04.1778), en la misma condición. El 1 de enero de 1780 se convertía en cadete ordinario. Cuatro años más tarde (9.03.1784) pasaba a portaestandarte y el 28 de mayo de 1785 a Alférez.

En calidad de tal intervino en la guerra contra Francia en 1793. El 15 de mayo de dicho año tuvo su bautismo de fuego en la batalla de Mas-deu. Durante dos años permaneció en el frente de Cataluña, participando en las últimas acciones (Puigcerdá y Bellver).

Durante la confrontación con los franceses obtuvo varios ascensos: grado de teniente (10.10.1793), teniente (29.11.1793), ayudante (13.12.1793), grado de capitán (18.02.1794) y capitán de Húsares (28.07.1795).

Su progresión en el escalafón continuó durante el período de paz: sargento mayor (20.03.1797) y comandante de escuadrón (18.04.1801).

Su próxima campaña fue en Portugal, en la que se inició con el ataque a la plaza de Arronches (29.05.1801). Pocos días después tomaba parte asimismo en la de Flor de Rosa (4.06.1801) al frente del escuadrón 2º de Húsares. >El 1 de noviembre de 1802 era elevado a la categoría de comandante reformado y poco después (1.01.1803) a la de Teniente Coronel del regimiento de Caballería de la Reina. Un mes más tarde (24.02.1803) cambiaba su destino con Francisco Mariano, que ocupaba plaza en el Regimiento de Húsares españoles.

Sus conocimientos en las materias de su especialidad militar hicieron que sus jefes le pidiesen (20.12.1807) que regrese de Mallorca "para que a las órdenes de los Inspectores Generales de Caballería de línea y ligera coordine y arregle, según las instrucciones que reciba de los dos expresados jefes, el sistema de instrucción y gobierno con que se han de manejar todos los cuerpos de estas armas".

En tales afanes se encontraba al producirse la sublevación popular contra Napoleón. El 15 de septiembre es ascendido a Coronel, estando al mando del Regimiento de Caballería de los Voluntarios de Madrid. Con tales tropas participó en la defensa realizada por la Corte (1.12.1808), que abandonó tras su capitulación dirigiéndose hacia Extremadura. A mediados de mes, se le confirió el mando de la vanguardia del Ejército del Centro, conservando el de su Cuerpo. Por orden de la Junta Central se trasladó a La Carolina, y el 7 de enero se encontraba en Linares. A mediados de febrero participa en las acciones de Mora y Consuegra (18 y 22 de febrero) por las que fue ascendido a Brigadier (2.03.1809).

Continuó actuando en La Mancha durante el años 1809 (Los Yébenes, Santa Cruz, Talavera de la Reina). El 12 de agosto de 1809 era ascendido a Mariscal de Campo para premiar su comportamiento en la Batalla de Talavera de la Reina (27 y 28 de julio). En septiembre de dicho año se encontraba en Sevilla, al tiempo que se le confería el mando de la Caballería del Ejército del Centro y poco después participa en la batalla de Ocaña (19.11.1809). Tras esta derrota sus tropas se retiraron hacia Andalucía, en donde como consecuencia del enfrentamiento de Alcalá la Real (28.01.1810) se dirigió a Murcia, integrándose en el 3er Ejército como Comandante de su Caballería (10.01.1810).

Durante la Guerra de la Independencia Freire fue uno de los reformadores de las fuerzas de caballería del Ejército español. Su aportación fundamental fue la sustitución del manual de táctica de Ricardos por el sistema de la caballería francesa. Instrucciones que quedaron reflejadas en su obra Escuela de recluta de Caballería, publicada en Murcia el año 1813.

Desde el 26 de marzo hasta el 13 de agosto de 1810 ejerció de Comandante General de las Divisiones del Ejército del Centro existentes en el Reino de Murcia. El 7 de junio del mismo año se le habilitó para ejercer de "Sub-inspector General de Infantería y Milicias". Desde Murcia hostigó a las tropas francesas de Andalucía. El 3 de noviembre de 1811 participó en la acción de Baza, y como consecuencia del nombramiento de Joaquín Blake para la Regencia, se hizo nuevamente cargo, de forma interina, de las tropas de Murcia, hasta la llegada del general Nicolás Mahy (noviembre de 1811).

En los primeros meses de 1812 participó en la campaña que tuvo lugar en el Reino de Valencia, para actuar a mediados de dicho año nuevamente en el este de Andalucía, fundamentalmente en torno a Baza. Una parte importante de sus enfrentamientos de estos años se realizaron contra las tropas del general francés Sebastiani. El 18 de mayo de 1812, siendo Comandante General de la Caballería del 2º y 3º Ejército, se le dio interinamente el mando de la Brigada de Carabineros reales de forma interina. En esos momentos se produjo un hecho que resulta extraño en su biografía. El 1 de junio de 1812 solicita "la separación del servicio en que se halla bien sea concediéndole su retiro, o en la forma que V.A. tenga por más conveniente" alegando motivos de salud que le impiden montar a caballo. Dos meses más tarde es nombrado (30.07.1812) Comandante en propiedad de la Brigada de carabineros y en el mes de agosto (19.08.1812) Gobernador interino de Madrid con retención de la Comandancia de Carabineros.

En octubre participó en las operaciones destinadas a oponerse a los franceses que deseaban volver a ocupar Madrid. Sus tropas actuaron en Tarancón y Guadalajara.

En junio de 1813 fue nombrado General en Jefe del 4º Ejército, sucediendo en dicho puesto al general Castaños, al frente del cual participó en la batalla de San Marcial (31.08.1813). Su comportamiento en dicha batalla fue premiado (11.09.1813) con el ascenso a teniente general y posteriormente con la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando. Integrado en las fuerzas de vanguardia hispano-británicas, penetró en territorio francés, participando en diversas acciones de armas: paso del Bidasoa (17.10. 1813) y paso del río Nivelle (10.11.1813). La pésima situación de sus fuerzas, hambrientas y mal vestidas, hizo que Wellington ordenase (noviembre de 1813) su regreso a España para evitar la repetición de episodios como el saqueo de Ascain.

Pero unos meses más tarde (febrero de 1814) volvían a entrar en Francia para ayudar en el sitio de Bayona. También tuvo una actuación destacada en la batalla de Toulouse (10.04.1814). Ramón de Santillán dice que fue "el general que con más crédito había concluido la Guerra de la Independencia".

El 4 de mayo de 1814 Fernando VII le nombró Ministro de Guerra, y mientras tanto ocupó su puesto de forma interina el Duque de San Carlos, José Miguel Carbajal y Vargas, quien ocupaba la cartera de Estado.
Tras el regreso de Napoleón a Francia fue nombrado (28.04.1815) Segundo General en Jefe del Ejército de Observación de la parte oriental de los Pirineos, reteniendo al mismo tiempo el puesto de Primer Comandante de la Brigada de Carabineros Reales, con la se hallaba en Sevilla. Santillán considera que este destino era un destierro encubierto.

A finales de 1819 se vio obligado a trasladarse a los pueblos vecinos a consecuencia de la epidemia que golpeó la capital andaluza. Al producirse la sublevación de Cabezas de San Juan, las autoridades de Sevilla le entregaron el mando (3.01.1820) de las tropas encargadas de aplastar a los insurrectos, pero rechazó el encargo hasta que llegó una orden real de fecha 6 de enero. Uno de sus ayudantes de campo en este destino fue Ramón de Santillán, que posteriormente despeñaría responsabilidades de primera línea en las cuestiones económicas del reinado de Isabel II, y con el que mantendría a partir de esa fecha una estrecha amistad. A sus órdenes se encontraban varios generales que jugaron importantes papeles en la política española del siglo XIX: José O'Donnell y José Aymerich.

Tras preparar las tropas durante el mes de enero, a principios de febrero se instaló en el Puerto de Santa María. Pero su idea no consistía en buscar un enfrentamiento con los sublevados, sino en llegar a una solución no violenta. Ante la evolución de los acontecimientos y la inquietud generada por ellos en Andalucía, se trasladó a Cádiz el 9 de marzo. En donde se negó a encabezar el acto de proclamación de la Constitución, tal como le pidieron algunos oficiales. Sin embargo al ver que la población parecía favorable a tal acto, se mostró de acuerdo en realizarlo, siempre que no se alterase el orden. Posteriormente se reunió (10.03.1820) con tres representantes de los sublevados (Arco Agüero, López Baños y Alcalá Galiano) y mientras se encontraban juntos llegó la noticia de que las tropas habían disparado contra las personas reunidas en la plaza en espera de que llegase dicho momento. Parece, por lo tanto, que no tuvo responsabilidad alguna en la masacre, realizada por tropas realistas que no reconocieron su autoridad y que le obligaron a abandonar la ciudad.

De Cádiz pasó al Puerto de Santa María en donde entró el 12 de marzo al frente del batallón de Soria, y al llegar a dicho punto tuvo conocimiento de que Fernando VII había aceptado la Constitución. Su actuación en Cádiz fue muy contradictoria. Se confesaba partidario de la reformas y se opuso a la proclamación de la Constitución, incluso tras haber recibido del Monarca la orden para proceder a ello. En 1823 se vanagloriaba de no haberla jurado. El 20 de marzo de 1820 fue destituido y ocho días más tarde, tras entregar el mando al general Juan O'Donnell se trasladó a Carmona. El 12 de mayo se le ordenó presentarse en Sevilla, de donde fue trasladado a la Cartuja de Jerez en calidad de arrestado como incurso en la causa por los sucesos de Cádiz.

Tras la extinción de dicho convento pasó al Puerto de Santa María (26.01.1821). Ante el temor producido por una epidemia, la comisión encargada del juicio se trasladó a Cádiz, y Freire pudo dirigirse a una hacienda de su propiedad situada en Carmona. El 29 de junio de 1822, coincidiendo con la sublevación de los Carabineros en Castro del Río, el Alcalde de Carmona le ordenó instalarse en una casa de su propiedad en dicha villa

De acuerdo con su testimonio parece que rechazó algunos cargos durante el Trienio

En 1823, cuando los Cien Mil Hijos de San Luis estaban ocupando España, recibió órdenes (12.06.1823) de trasladarse a Tarifa debido a su condición de encausado por los sucesos de 10 de marzo en Cádiz. A pesar de que se le reiteró la orden, no obedeció manteniéndose en Carmona.

Se puso a disposición de las autoridades realistas (4.07.1823), al tiempo que solicitaba permiso para continuar en el mismo lugar "hasta que purificada mi conducta del modo que prescriben nuestras leyes militares, se examine si fue conforme a los principios que debieron gobernarme en la crítica situación que me hallé en mi mando de Cádiz". Poco después de se le autorizó a permanecer "en la hacienda de la Nava término de Carmona acompañado del Teniente del regimiento de Infantería del Príncipe D. Francisco Boira".

El 1 de octubre de 1823, se levanta su arresto y queda destinado en Carmona en situación de cuartel. A pesar de su pasado realista la Junta Superior de Purificaciones Militares le declaró (20.12.1825) impurificado en primera instancia, decisión que no fue ratificada por el Monarca (28.12.1825). Durante la llamada década ominosa permaneció en su pueblo natal, pero a finales del reinado de Fernando VII (6.09.1832) se accedió a que pudiese trasladarse a Madrid, desde su situación de cuartel en Carmona, para llevar a su hijo a un colegio a Madrid y besar la mano del Rey.

Tras los sucesos de La Granja, en que los partidarios de don Carlos pretendieron modificar el orden sucesorio, el Monarca se vio obligado a realizar un amplia remodelación de los principales puestos de poder. Freire se encontraba entre las personas a las que se recurrió para ocupar diversos puesto de confianza. El 2 de noviembre de 1832 fue nombrado Comandante general de la Guardia Real de caballería, sustituyendo al Marqués de Zambrano. Poco después (22.01.1833) se le confiaba, en comisión, la Capitanía General de Castilla la Nueva, con retención de su cargo en la Guardia Real. Desde tales responsabilidades estuvo encargado de depurar dichas tropas de todos los elementos contrarios a las disposiciones del Rey. El 25 de enero de 1833 fue nombrado Consejero nato del Supremo Consejo de la Guerra.

Una de sus principales ocupaciones fue el control de las actividades de los grupos realistas, tema que le preocupó tanto que propuso al Gobierno la creación de partidas volantes encargadas de recorrer los pueblos "informándose del espíritu público, sofocando cualquier tentativa y dando avisos oportunos para tomar las medidas posteriores".

El 3 de abril de 1834 se le confió la Inspección General de Caballería, con retención de la Comandancia General de Caballería, y para sucederle en la Capitanía General de Madrid se nombró a José Martínez San Martín.

Su fallecimiento, como consecuencia de una pulmonía, se produjo en Madrid el 7 de marzo de 1835.

Actividad ministerial:

Su paso por el Ministerio de la Guerra fue muy breve. Nombrado el 4 de mayo de 1814, hasta su llegada su puesto sería ocupado por el Duque de San Carlos, José Miguel Carbajal y Vargas, quien estaba al frente de la cartera de Estado. El 31 de mayo, al no haber aceptado la cartera, fue sustituido por Francisco Eguía, en el marco de una remodelación que afectó a varias carteras. Según Ramón de Santillán su nombramiento se debió a las sugerencias del Lord Wellington, quien logró que se superasen los recelos que existían contra su persona por considerarsele de ideas liberales.

Honores y condecoraciones:

Su actuación en la Guerra de la Independencia le posibilitó recibir varias cruces: Talavera, San Marcial, Toulouse y la 2º Ejército.

El 30 de marzo de 1815 solicitó la Cruz de San Hermenegildo, petición que reiteró en el mes de septiembre. Tres años más tarde (10.02.1818) su petición era referente a la Gran Cruz de la misma Real Orden. Estaba asimismo en posesión de la Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando (1815), que había sido solicitada por sus subordinados para premiar su actuación en la batalla de San Marcial.

En 1830 solicitó poder incluir en el escudo familiar la condecoración de San Marcial, y que ello le sirva para ser considerado hidalgo sin más trámite, debido a lo costoso que pudiera resultar realizar las informaciones pertinentes por provenir su familia de Galicia. El 21 de abril de dicho año se accedió a su demanda.

El 4 de junio de 1834, el Consejo de Ministros adoptó el acuerdo de conceder títulos de Castilla para premiar los "distinguidos servicios que han prestado a la causa de la legitimidad los generales Freire, Rodil y Llauder". El 15 de julio de 1834 (extendido el diploma el 13.09.1834) se le concedió el título de Marqués de San Marcial "en premio de su constante fidelidad y señalados servicios". Dicho título, heredado inicialmente por su primogénito Manuel, pasó el 31 de noviembre de 1839 a su hermano José.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 18:32

Excmo. Sr. D. Pedro Agustín GIRON Y LAS CASAS General del Ejercito Español

General y político español, nacido en San Sebastián, el 2 de enero de 1778, y fallecido en Madrid, el 17 de mayo de 1842. Nació en el seno de una importante familia perteneciente a la aristocracia militar: era hijo de Jerónimo Girón y Montezuma, marqués de las Amarillas, y de Isabel Las Casas y Aragoni; sobrino de Castaños, sería con el tiempo cuñado de los mariscales de campo José Ezpeleta y Pascual Enrile, yerno por tanto del viejo Ezpeleta. Tíos suyos eran también Simón de las Casas, ultrarreaccionario embajador en Venecia en la época de la Revolución Francesa; el conde Alejandro de O'Reilly, el de la expedición a Argel; y Pedro Gómez Ibarnavarro, consejero de Castilla, ambos casados con hermanos de Isabel Las Casas.

Girón y las Casas se educó en San Sebastián, hasta que su familia se trasladó a Madrid hacia 1784; con ocasión de un largo viaje por Andalucía, comenzó el estudio de la Gramática y de la Geografía con el P. Felipe Scio de San Miguel, para proseguir el proceso de su formación en Pamplona y en Barcelona (hacia 1788), donde llegó a cursar incluso Física y Química, idiomas, piano, etc. Su gran afición a la lectura hizo de él un hombre culto y también inteligente, y todas estas condiciones fueron las que le convirtieron finalmente en la figura contrarrevolucionaria que llegó a ser.

Ya en 1793 acompañó a su padre a la guerra del Rosellón, de simple aventurero, como entonces se decía. El 13 de mayo de 1798 ingresó oficialmente en el ejército como capitán del regimiento provincial de Sevilla. Tomó parte también en la guerra de Portugal (1801). Se casó en 1802 con Concepción Ezpeleta y Enrile, hija de José de Ezpeleta y Galdeano, conde de Ezpeleta, y de María de la Paz Enrile y Alcedo. La Guerra de la Independencia le permitió conseguir grandes y rápidos ascensos: empezó como coronel; en julio de 1808 ya era brigadier; y, tres años después, jefe de Estado Mayor del quinto ejército. La guerra le ocasionó también algunos sobresaltos: el 30 de julio de 1809 la Junta Central ordenó su detención y que se le formase causa; pero, afortunadamente para él, los hechos no tuvieron mayores consecuencias. La sentencia de la Audiencia de Sevilla, en la que se le declaraba libre y sin costas y se hacía constar que el procedimiento no debía perjudicarle, apareció en el Redactor, nº 627, del 3 de marzo de 1813. El 15 de julio de 1811 dirigió un oficio a la Junta de Cádiz en el que agradecía las atenciones del pueblo gaditano y pedía que a uno de sus regimientos se le denominase en adelante "de Cádiz". Se le contestó en ese mismo día en sentido afirmativo, respuesta de la que se dio cuenta en un oficio publicado de nuevo en el Redactor, nº 40, del 24 de julio de 1811.

Como general en jefe del Estado Mayor del Cuarto ejército, sus órdenes generales, fechadas en Aldea del Obispo (Salamanca) el 16-17 y el 19-20 de abril de 1813, se publicaron en el Redactor, nº 693, del 8 de mayo de 1813. Una proclama suya dirigida a los franceses, Cuartel general del ejército de reserva de Andalucía, fechada a 27 de septiembre de 1813, se publicó en el Diario de la Coruña, nº 21, del 21 de octubre de 1813; en ella denunciaba la guerra como la "loca ambición del emperador". Fue felicitado el 9 de octubre de 1813 por las acciones de los dos días anteriores, y contestó tal felicitación en el Caserío de Urrola, a 10 de octubre de 1813 (la respuesta se publicó en el Redactor, nº 860, del 22 de octubre de 1813). La orden general del ejército de reserva de Andalucía se publicó en el Redactor, nº 980, del 19 de diciembre de 1813. Terminó la Guerra de la Independencia en 1814 como teniente general, y le fue concedida la Gran Cruz de San Fernando en 1815.

Fue, como era de esperar, contrario a la Constitución. En enero de 1820, Riego le ofreció el mando del ejército sublevado si se sumaba a la insurrección, pero él prefirió situarse en Ronda, junto a Escoiquiz, en una especie de Junta absolutista de vigilancia de los movimientos de Riego, para mantener informado al Rey. Esto no fue obstáculo para que apareciera como Ministro de la Guerra en el gobierno constitucional (marzo de 1820). Desde este puesto clave preparó sistemáticamente la contrarrevolución: movimientos de tropas, cambios de oficiales, destierro de otros, nepotismo por todo lo alto, intento de soborno de Torrijos, disolución del Ejército de la Isla y creación de una gendarmería cívica (fracasará en este último proyecto, pero su hijo será luego el creador de la Guardia Civil). A través de los Ezpeletas protegió también la contrarrevolución navarra.

Los liberales se manifestaron tanto contra él que en agosto de 1820 tuvo que dimitir, dimisión que se le admitió a pesar de la resistencia del Rey. No fue a ningún ostracismo, sino a la Dirección General de Ingenieros, plaza también fundamental para los planes de la contrarrevolución. Complicado en la contrarrevolución del 7 de julio, huyó a Gibraltar, para volver a España a la caída de la Constitución y establecerse en Sevilla; pero a la llegada del Rey fue desterrado como los demás. Volvió a la capital andaluza en cuanto el Rey la abandonó. En el breve tiempo que estuvo fuera de España oficialmente se le borró del ejército, pero en diciembre de 1832 fue nombrado capitán general de Andalucía, y en 1833 formó parte del Consejo de Regencia dejado por Fernando VII.

Consejero de Estado, participó después en las Guerras Carlistas, militando en el bando isabelino: se le describe entonces como "el hombre más aristocrático y más impopular de España". Fue nombrado prócer del Reino y premiado con la Gran Cruz de Carlos III en 1834, así como designado Grande de España, con el título de duque de Ahumada, el 6 de junio de 1835, y ministro de la Guerra el 17 de junio de 1835. En 1838 viajó por Francia, ya retirado de la vida pública. Sus Recuerdos (1778-1837) fueron publicados en Pamplona por Ana María Berazaluce en 1978-1979.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 18:41

Excmo Sr. D. Pedro de Alcantara ALVAREZ DE TOLEDO Y SALM-SALM General del Ejercito Español

Pedro de Alcántara Álvarez de Toledo y Salm-Salm (Madrid, 1768-1841), XIII duque del Infantado, IX duque de Pastrana, IX duque de Estremera, X duque de Francavilla y XII marqués de Távara, entre otros títulos nobiliarios, caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro, fue un político y militar español.

Fue hijo del matrimonio entre Pedro de Alcántara Álvarez de Toledo y Silva, XII duque del Infantado, y de la princesa Maria Anna Viktoria Wilhelmine zu Salm-Salm, perteneciente a una familia de la nobleza del Sacro Imperio Romano Germánico. El hecho de que su padre fuera el primer Infantado que casó con una extranjera tuvo consecuencias en su educación, ya que la familia pasó largas temporadas en París y allí vivió también su preceptor, el botánico valenciano Antonio José Cavanilles.

Su padre falleció en 1790 y a los veintidós años se convirtió en el jefe de la Casa del Infantado. Durante su juventud mostró interés por algunos proyectos industriales a los que la nobleza ilustrada española ya no era tan reacia, como la fábrica de hilaturas de Torrelavega o el proyecto de construcción de canales de los «cuatro Grandes de España», en el que participó junto con los duques de Medinaceli y Osuna y el marqués de Astorga.

Participó en la guerra del Rosellón contra los revolucionarios franceses como coronel del Regimiento de voluntarios de Castilla, organizado a su costa en 1793, y en la guerra de las Naranjas en 1800. Resultado de su participación en la guerra contra la Convención fue su ascenso a brigadier. En 1795 fue nombrado mariscal de campo y en 1802, teniente general. Era uno de los favoritos de quien luego reinaría como Fernando VII de España desde la conspiración antigodoyista de 1807 que desembocó en el proceso de El Escorial. El fiscal Simón de Viegas pidió para él la pena de muerte pero resultó absuelto en la sentencia. A pesar de ello, fue suspendido de su rango militar y Carlos IV de España lo desterró a Écija.

Tras el motín de Aranjuez, Fernando VII nombró al duque Presidente del Consejo de Castilla y Coronel jefe de la Guardia española. Algunos informes de quien había sido embajador de Francia en Madrid, François de Beauharnais, atribuyéndole el liderazgo de la resistencia española, pusieron bajo su pista a Joaquín Murat, que había llegado a la capital en marzo de 1808. No obstante, el duque del Infantado acompañó al nuevo rey en el viaje que se inició el 10 de abril y que terminó, a pesar de su consejo adverso, en las abdicaciones de Bayona.

A su regreso de Francia, aunque lo hizo acompañando a José I, se pasó al bando español, razón por la cual Napoleón Bonaparte confiscó todos sus bienes mediante decreto de 12 de noviembre de 1808,8 lo que explica que el emperador utilizara su palacio de Chamartín de la Rosa en diciembre de ese mismo año para instalarse con su Estado Mayor antes de la capitulación de Madrid. El duque, nombrado comandante en jefe del Ejército del Centro, participó en la derrota española que supuso la batalla de Uclés, en 1809. Posteriormente, fue nombrado embajador en Londres, cargo que desempeñó hasta que las Cortes lo designaron miembro de la Regencia de 1812 o del Quintillo, así llamada al estar formada por cinco personas.

Terminada la guerra y retornado el Deseado, fue de las pocas personas del círculo del monarca que le expusieron sus reservas respecto a derogar la Constitución de 1812, la primera redactada en España.

Formó parte del gobierno nombrado por Fernando VII en 1814. Fue presidente del Consejo de Regencia en 1823 y del Gobierno entre 1825 y 1826. Murió en Madrid en 1841.

En su juventud, siendo soltero, tuvo un hijo y dos hijas. Al morir, su testamento fue impugnado y dio lugar al juicio de testamentaría más importante de la época. Su hijo, Manuel Álvarez de Toledo Lasparre Salm-Salm y Valledor, habido de su relación con Manuela Lasparre Valledor, nacido en Guadalajara en 1805, reconocido por su padre y legitimado por Real Rescripto en 1825,11 fue XII duque de Pastrana, XIII duque de Francavilla y XIII marqués de Cenete, por cesión, realizada en 1852, del XI duque de Pastrana, Mariano Téllez-Girón y Beaufort Spontin.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 16 Feb 2016 21:02

Excmo. Sr. D. Luis LACY Y GAUTHIER General del Ejercito Español

Luis Lacy y Gauthier (San Roque (Cádiz) España, 11 de enero de 1772 – fusilado en el Castillo de Bellver, Palma de Mallorca (Baleares) (id.), 5 de julio de 1817) fue un militar español.

Era hijo de Patrick de Lacy Gould, militar español de origen irlandés. También los Gauthier, de origen francés, eran militares en el ejército español.

Luis se alistó en el ejército a la edad de 13 años en el llamado entonces «Regimiento de Borgoña», que zarpaba para Puerto Rico con sus tíos maternos Juan y Francisco Gauthier, o también en documentos como Gautier, y a los 14 era subteniente de Infantería, dando señas de carácter intrépido e insubordinado.

Participa en 1794, con 22 años, como capitán de infantería, en la campaña del Rosellón. Por algunos líos de faldas que tuvo en un destino en Canarias, fue expulsado temporalmente del ejército y desterrado a la isla de El Hierro; en 1803, se alista en el ejército francés para luchar en Alemania.

Ante los sucesos del 2 de mayo de 1808, deserta y vuelve a España donde, tras varias acciones y batallas, llega a Mariscal de Campo en 1810.

En 1811 fue nombrado capitán general de Cataluña, aunque fue sustituido tras el fracaso ante Mataró. En enero de 1813 fue nombrado por la Junta de Regencia, Capitán General del Reino de Galicia. Allí ingresó en la logia masónica Logia Constitucional de la Reunión Española.

Tras la vuelta del rey Fernando VII a España solicita el traslado a Valencia, pero en 1817 se pronuncia en Cataluña junto al general Milans del Bosch a favor de la Constitución española de 1812, tras lo que fue hecho prisionero, mientras que Milans lograba escapar.

La incoación del expediente fue hecha por el nuevo capitán general y héroe español de la batalla de Bailén, también masón, Francisco Javier Castaños.

Lacy murió fusilado en el castillo de Bellver de Palma de Mallorca el 5 de julio de 1817.

En 1820 con la instauración del Trienio Constitucional por una orden real se proclamó que "se devolvieran al general Lacy todos los honores, mandando colocar su nombre en el salón de Cortes como muerto en un patíbulo por la Constitución". En la actualidad, una calle en la capital de España lleva el nombre General Lacy en su honor (Madrid Código P. 28045). Y en el barrio de El Terreno (Palma de Mallorca CP 07015) una pequeña calle muy cerca del Bosque de Bellver, lleva también oficialmente su nombre, calle Lacy, aunque por desidia municipal no conste su placa.

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