De caza por los Alpes Franceses

Rifles potentes y precisos para el desafío de la caza mayor
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JAMPANA
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De caza por los Alpes Franceses

Mensajepor JAMPANA » 24 Dic 2025 09:18

Ya sabéis que me gusta escribir las cacerías, aquí tenéis mi ultima aventura por si os apetece leerla.



Como el noventa y nueve por ciento de los apasionados por la caza mayor, en el mes de marzo elegí la que sería mi próxima aventura cinegética. Esta vez tocaba rebecos y seria en los Alpes. Con 65 años tengo que aprovechar las oportunidades que me queden para cazar en la alta montaña.
Una vez decidido y después de documentarme con algunos reportajes, contacté con Mario de Hunty y en un par de semanas cerré lo que sería una bonita cacería en un entorno insuperable, dos rebecos en los Alpes del sur, entre las provincias francesas de VAR y Alpes de Alta Provenza.
Cada día estaba más cerca la tercera semana de noviembre, fecha en que viajaríamos a Comps-sur-Artuby donde se encontraba la casa rural.
Salimos el domingo 23 desde Valencia camino a la Junquera, como compañero llevaba a Johan, que con la fuerza y resistencia de sus 32 años sería, en los próximos días, el “bastón” que necesitaría durante la cacería.
La distancia entre Valencia y el destino eran 970 Km, así es que lo recorrimos en dos jornadas para no llegar de noche a los Alpes. El lunes, después del desayuno en la Junquera continuamos hacia la población de Comps-sur-Artyby y a las cuatro de la tarde ya estábamos instalados en una confortable y muy limpia casa rural. Comimos en un restaurante local donde observamos el primer trofeo de muflón, al lado de una pizarrita donde detallaba la especialidad del restaurante: “Guiso de muflón con verduras”
A las siete y media, después de cenar vino Thomas, nuestro guía de caza, que nos contó los detalles del día siguiente. A las cinco y media sonó el despertador, en una hora ya estábamos dentro del todo terreno, otra hora más de carreteras y pistas rurales nos esperaba hasta el cazadero.
Por fin, a las ocho menos cuarto, después de dar mil vueltas, llegamos hasta unos 1.800 metros de altura en la línea de los últimos árboles de un monte cuya cima parecía alzarse hasta el cielo, nos equipamos y comenzamos la ascensión. La primera pendiente era muy pronunciada, pero luego se fue suavizando. A las dos horas de haber emprendido la marcha vimos los primeros animales, un macho con dos hembras, que estaban a unos 1000 metros de nosotros y fuimos poco a poco acortando distancia, pero cuanto más intentábamos acercarnos más se alejaban ellos, hasta que terminaron desapareciendo sin darnos opción a intentar el disparo.
Aquí sufrí mi primera sorpresa en los Alpes, esperaba ver animales de un color pardo y resulta que el rebeco de los Alpes es negro como el carbón.
Llegados a este punto tocaba descender, madre mía, si la subida fue dura la bajada ni os cuento, pedrizas, hielo, resbalones, dedos de los pies al rojo vivo…. pero llegamos al coche, no sin antes mirar en cada pico la posible presencia de animales.
Entonces comencé a encontrarme un poco mareado debido a un amago de corte de digestión que estuvo a punto de dejarme fuera de combate.
Mas tarde, ya recuperado tomamos un taco de embutido, buen jamón y alguna barrita energética y a continuar. Como ya eran las tres de la tarde decidimos ir hasta un refugio y allí otear el horizonte. Vimos con ayuda del monocular térmico un animal a unos 380 metros, la entrada era muy complicada, justo después de la línea de árboles, pero decidimos intentarlo, llegamos a ponernos a 132 metros, lo divisamos asomado a un risco, acto seguido, cuando estaba preparándome para tirarle apareció otro a su lado izquierdo, de mayor porte y cuerna y el guarda me dijo: “Attendez” tira al de la izquierda.
Con los nervios y el frio no me había quitado los guantes, no tenía tacto el los dedos, por lo que me costó quitar el seguro, pero lo peor fue que se me escapo el tiro, los bichos corrieron con toda “la salud”. Me maldije mil veces por mi error, pero ya no había remedio, “Je suis désolé” le dije a Thomas, que me respondió con: “No pasa nada ya habrá otra oportunidad”.
Para esta cacería me había traído mi Sauer 202, calibre 300 WM con visor swaroski Z-5 3.5-18 X 44 puesto a tiro con munición GECO Exprés de 165 grains, los que leísteis mi aventura en Kirguistán tras los Ibex ya os habréis dado cuenta que cambie a una munición algo mas ligera ya que para el Ibex me lleve la RWS de 184 grais, la razón es obvia: El porte de los rebecos es 3-4 veces menor.
Vuelta al coche y vuelta a ver animales, esta vez a 300 metros y 270 con corrección del ángulo de la pendiente, ni pensamos en acercarnos, directamente cuerpo a tierra, bípode, apunto, solo me da la parte de atrás del codillo, pump, cae, pero se queda tumbado de pecho hacia mi posición, repito tiro y redondo al suelo.
Yo estaba exhausto, subió el guarda junto con Johan, recogieron al animal y lo bajaron, pendiente durísima y descenso aún más peligroso, pero Thomas estaba más que acostumbrado a subir a sitios peores para recuperar el animal cazado.
Felicitaciones, fotos y sin ser un trofeo espectacular por no ser muy abierto si que le apreciamos un grosor importante.
Llegamos ya de noche a la casa rural, justo para una ducha caliente y la cena.
A las seis del día siguiente después de desayunar nos pusimos en marcha de nuevo, esa vez tocaba un monte más duro que el del día anterior, pero diferente en modo de ataque, las pistas llegaban hasta la línea de debajo de los pinos y de allí subíamos hasta salir de la vegetación para establecer nuestro punto de observación.
En los Alpes se cría una conífera de hoja caducifolia “el alerce”, que pierde sus acículas en otoño; en este monte estaba lleno de ellos y resulta muy curios ver “pinos” amarillos que pierden sus hojas.
Observamos el primer rebaño a 400 metros sobre unas calizas impresionantes, pero no vimos ningún animal como dice mi amigo Johan, “de lustre”, solo una hembra que merecía la pena, los bichos se desplazaron hacia la derecha y fuimos tras ellos andando en paralelo a las calizas hacia un vallejo por si los divisábamos de nuevo, pero habían subido a lo alto de los picos y los perdimos de vista.
Volvimos a bajar hasta la pista, anduvimos por ella unos 45 minutos y retomamos la ascensión por encima de los alerces hasta dar vista a otras calizas, donde vimos otra cabrada de animales con un macho muy bonito a una distancia de unos 450 metros, pero la entrada era muy difícil, la hembra vigía no nos quitaba ojo así es que nos movimos ocultándonos en el desnivel del terreno, para ganar, aunque fuera 50 metros, pero el rebaño comenzó a huir. Por un momento el macho se paró, pero no encontramos un buen apoyo para efectuar un disparo con garantías y finalmente desistimos.
En ese instante Thomas nos dijo que nos mantuviéramos en silencio, pues había otros dos animales algo más cerca, a 285 metros, cogió el catalejo y constatamos que uno era una hembra vieja, sin crías y con una cuerna muy abierta y bonita. Decidimos intentar el tiro busqué un buen apoyo cuerpo a tierra con el bípode, lo tenía en la cruz, pero estaba de pecho, soplaba viento, un valle se extendía entre la rebeca y nosotros, pudiendo provocar un efecto túnel que desplazar el proyectil fuera del objetivo. Esperamos a que se cruzara, los minutos se hicieron eternos, la vista se me cansaba, deje de mirar por el visor, mi cuerpo se iba resbalando ladera abajo, los dedos estaban entumecidos, por fin se empezó a ladear y sin pensármelo aprete en gatillo … la rebeca cayo muerta.
Fue un gran tiro por el que me felicitaron y a continuación subimos a por el bicho. Hasta llegar al pie del animal teníamos que atravesar una pedriza y con la vara como hacen los nepalíes lo cruce si problemas, luego Thomas se encaró hacia donde estaba el animal y con mucho esfuerzo lo bajó. Johan y yo nos lanzamos a calcular la edad de la rebeca, él mirando los dientes y yo los anillos de los cuernos, ninguno acertamos, Thomas nos explicó cómo se miden y es sorprendente. Los cuatro primeros años desarrollan prácticamente la totalidad de la cuerna y el resto de años son unos anillos minúsculos en la base, apenas un milímetro por año. Esta hembra tenía 10 años, la más vieja abatida por nuestro guarda había vivido 17 años.
Es curioso que cuando ves una pedriza piensas que se puede caminar bien, pero todo lo contrario, si son piedras grandes te ves obligado a saltar sobre ellas, si son medianas son falsas como Judas y si son pequeñas el resbalón está asegurado, pero tiene una ventaja, si consigues localizar el camino por donde pasan los animales este está más asentado y forman una senda algo más seguras de andar.
Después de abrazarnos y hacernos fotos nos tocó bajar nuevamente, pero esta vez por los pinos, con una pendiente brutal y resbalando continuamente a causa de las hojas de los alerces.
Cuando por fin llegamos a la casa empezó el ritual de despellejar a los animales, les sacamos la piel entera para hacerlos de pecho.
Thomas nos había contado, que la población de rebecos y muflones estaba muy diezmada por la gran cantidad de lobos que había en toda la cordillera Alpina, especie que en Francia no es cinegética.
Finalmente, el jueves a las 7 emprendimos el regreso, pero todavía nos aguardaba una sorpresa inesperada en el camino de vuelta, pues cuando llevábamos unos 15 km recorridos y todavía en área de montaña nos tropezamos con un lobo macho en el arcén de la carretera, era inmenso y de un color precioso, pardo oscuro, los ojos brillantes como dos candelas. Cuando nos acercamos con el coche dio media vuelta y desapareció entre la espesura.
El resto del trayecto por autopista lo realizamos sin mayores percances hasta casa, con la cabeza llena de recuerdos y pensando ya en la próxima aventura cinegética para el 2026.

maradono
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Re: De caza por los Alpes Franceses

Mensajepor maradono » 24 Dic 2025 10:14

Enhorabuena por tan maravillosa experiencia y muchas gracias por compartirla Jampana.

:apla: :apla: :apla:

toko
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Re: De caza por los Alpes Franceses

Mensajepor toko » 24 Dic 2025 13:17

Eso es caza en estado puro, sufriendo, sudando y tomando decisiones improvisadas por las querencias de los animales.
:apla:

pedrolugon66
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Re: De caza por los Alpes Franceses

Mensajepor pedrolugon66 » 25 Dic 2025 09:00

Enhorabuena. Bonito monton de recuerdos.
Por cierto, lo de caminar con la vara ademas de los nepalies tambien lo hacen los Asturianos cuando caminan de ladera, y aun mas como bien dices si hay que caminar a saltos, aunque se hace mas que necesaria en cualquier situacion.
Creo que alguno de los viejos guardas, o ganaderos de nuestras montañas ya no sabe caminar de otra manera :)

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Re: De caza por los Alpes Franceses

Mensajepor JAMPANA » 25 Dic 2025 12:04

Gracias , os animo a todos a escribir vuestras excursiones de caza, a mi me quedan algunas que escribir.

Will3006
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Re: De caza por los Alpes Franceses

Mensajepor Will3006 » 26 Dic 2025 15:05

Precioso relato!!! Gracias por compartir y enhorabuena por la experiencia!!
Un saludo


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