La “casualidad” que a este pobre hombre le atacaran tres veces seguidas, la primera en la casa pegada de su hermano pocos días antes y; la segunda y tercera casi en el mismo día. Me tiene perplejo, escéptico y hasta algo mosqueado cuando veo algo que no me cuadra.
Soy muy desconfiado con la casualidad, azar, supersticiones o similares. Tampoco despilfarro en loterías, tragaperras, bono lotos y similares estafas; soy más tirando a racional.
Una cita de Hugo Weaving dice: “Yo igual que Dios, ni juego al azar ni creo en la casualidad”.
León Bloy escribió, “La palabra casualidad es un blasfemia; nada bajo el sol sucede por casualidad”.
Y Leibniz: “Lo que llamamos casualidad no es más que ignorancia de la leyes físicas.”
Resulta llamativo y singular el empecinamiento del delincuente por embestir una y otra vez en la finca Valdelobos estando el dueño con el pastor alemán dentro; excesivo riesgo. Pero hurgando en Google Earth, aflora una hipotética y malpensada sospecha.
Valdelobos, a solo tres kilómetros al norte de Ciudad Real y al pié del parque forestal La Atalaya; es una codiciada y estratégica finca en pleno pulmón verde de esta capital de provincia. Vamos, un caramelito urbanístico con suficiente espacio para construir una pequeña urbanización.
Si a todo esto, añadimos que el soltero jubilado no tiene herederos directos (hijos); pues ya pueden brotar todo tipo de maliciosas conjeturas…
Otra diferente "casualidad" fue el olvido generalizado en todas las televisiones, radios y publicaciones de sacar la concentración que hubo a favor de la libertad del ejemplar vecino. Unas 150 personas en pleno mes de agosto no es moco de pavo.
¡Malditas casualidades, que las carga el diablo!
https://www.youtube.com/watch?v=UjqRSGYFVzo.
