Buena suerte y hasta siempre, te deseo de corazón lo mejor, compañero.
Y sin ánimo de polémica, sino tratando -una vez más- de compartir mi opinión, analizando lo que dices y estando de acuerdo en los términos que lo expones, permíteme a mi vez brindarte un par de últimas reflexiones:
1) en este mundo, querido compañero, nada está "compartimentado" de manera estanca. Siempre que las cosas no se salgan de madre, que se exponga con respeto y razonando, que se busque compartir antes que enfrentar, creo que algo natural es admitir que, a veces, en los bares se habla del párroco o sobre la homilía del domingo, y que en la iglesia, aunque sea en el atrio, se puede quedar para tomar vermut. Y eso no implica ni que se coloque uno en postura de "rejonear obispos" o planee una "intoxicación etílica en toda regla".

2) En segundo lugar, y tal vez por eso he escogido mi "lema", pienso que para cualquier hombre (persona) nada de lo humano puede -ni debe- serle indiferente.
Por último, y ten por seguro que lo expongo con toda franqueza, si a pesar de mi intento de mantenerme respetuoso y coherente, algo de lo que haya escrito te ha molestado o indignado, o herido... de veras que ruego que me disculpes.
Un abrazo y, como tú dices, hasta siempre