archiduke escribió:No tengo experiencia en la recarga del 45 Colt, pero por mi poca experiencia con otros calibres y en la recarga tanto de reducidas, cargas bajas y algunas subsónicas.
Creo que el cartucho 45 Colt en este tipo de revólveres es un cartucho que fué creado para pólvora negra, es un calibre con muy baja presión ( unos 1.100 bares), el volumen de la vaina en relación a sus presiones es grande y las paredes de la vaina son delgadas. El volumen de carga con pólvora negra hace que dicho espacio sea ocupado mejor y con algo de relleno de toda la vida de avancarguero se acicala el cartucho para después dar el último paso con la introducción del proyectil.
Bien es cierto que estas réplicas modernas soportan mayores presiones al ser otro tipo de materiales y construcción que las del último cuarto de siglo XIX y muchos de vosotros hacéis uso de propelentes piroxilados, es decir de escopeta. Ello conlleva que en la vaina sobre tanto espacio y el compañero Afar no lo vea claro del todo. Con este tipo de pólvoras no requieren ningún tipo de relleno es más el hacerlo hasta perjudica. Las únicas pólvoras que requieren relleno cuando no se ocupa todo el espacio de la cámara de compresion de la vaina son las progresivas de simple base y suele ser en las vainas de armas de hombro es decir rifles porque son en ellos dónde se requieren las pólvoras más lentas sobre todo en los magnum y cañones largos. Luego dentro de las progresivas las hay más lentas y más rápidas y dependiendo de ello admiten cierto % de espacio libre. Es decir que dependiendo de su vivacidad siendo todas lentas perdonan en mayor o menor medida que se tengan que rellenar hasta el culote del proyectil o dejar un pequeño espacio libre. Y estos casos es para evitar el efecto de doble explosión o Kaboom por espacio libre en vaina.
La opción de usar piroxiladas en el 45 Colt obliga a los" inventillos" con el fin de que cuando llegue el dardo de fuego por el oído del pistón queme la carga del propelente lo más parejo posible y de ello se traduzca en velocidades regulares para cada disparo. Ello conllevará a encontrar la precisión en el blanco deportivo. Estos inventillos tienen que ser lo más benignos posibles es decir se hace uso de la antigua ciencia avancarguera utizando calepinos como fieltros adecuados de medidas, tapitas de cartón. Pero no para evitar la doble explosión sino para buscar quemados homogéneos que resulten en velocidades regulares. Estos puntos hay que distinguirlos que creo que es dónde viene el jaleo entre el uso de rellenos en unas pólvoras y en otras y sus distintos usos.
Usar un gas check para lo que no está diseñado e introducirlo en el interior de una vaina de bajas presiones, delgadas paredes y situarse encima del propelente con la ayuda de un cilindro golpeado por un martillo sin ir solidario con el culote de un proyectil colado ,creo que no debe de ser buena idea aunque el compañero Cabopistolo así lo haga y así lo expone con toda su buena intención de ayuda y consejo.
Espero que aunque algo extensa mi intervención haya aportado algo de luz aunque reitero que no tengo experiencia con el citado calibre, pero creía conveniente la entrada por el tema de rellenos y uso de los distintos propelentes.
Salud y tiros!
Estimado compañero,
El Cabo Pistolo sabe MUY BIEN lo que dice, sobre la base de un mes completo dedicado exclusivamente a la carga de este cartucho, en permanente contacto con mi querido amigo Alain
Gheerbrant, militar jubilado francés que vino desde muchos años elaborando las tablas oficiales de recarga de las tres pólvoras europeas (Vectan, Vitaviouri y Rottweil). El día 25 de noviembre de 2014 falleció Alain y con él se fue el número uno en esta materia, habiendo también fallecido René Malfatti un par de años antes. Soy de los pocos afortunados que posee su extensisima y muy detallada obra: un manual de recarga agotado durante la prinera semana de su publicación. Aprox dos semanas antes de fallecer, me había comentado que su obra, ampliada y conteniendo aún más calibres (muchos desconocidos por la generalidad de nosotros), había sido enviada a imprenta (Editions La Riviere). Pero supongo que la no publicación, aún, de la obra, puede deberse a decisiones de sus herederos.
La idea de sujetar contra el fondo la polvora en el .45 LC me la facilitó él, recomendándome su forma personal de proceder: introducción de una pizca de perlón (especie de lana sintética no reactiva con la combustión de la polvora).
Tras experimentar y conprobar el buen resultado, se me ocurrió la idea de emplear un gas-check del mismo calibre, como tapeta inerte y suficientemente resistente como para soportar el retroceso producido por los cartuchos compañeros, sin desplazarse. El espesor de un gas-check viene a ser se unas tres décimas de milímetro, espesor insignificante en relación con la longitud de la vaina y cámara de combustión.
He probado, pues, infinidad de disparos, cargas y pólvoras blancas, procediendo a posteriori enviar por Correos las vainas disparadas, a la espera de los comentarios sobre deformaciones de todas ellas (especialmente de las que habían soportado presiones, en principio, más fuertes). Él las enviaba a su laboratorio para su análisis: grado de deformación exacto en todos los sentidos, con las conclusiones que un día publiqué aquí y que más tarde borré, a fin de excluir cualquier responsabilidad gratuita en su interpretación y uso.
Consecuentemente con lo anterior, el empleo de un gas-check como medio de sujeción firme del propelente contra el fondo, resulta idóneo, sencillo de utilizar, económico y completamente seguro en sí (lo que no autoriza a emplear ni una décima de grain más de polvora blanca!!). Su utilidad se reduce a proporcionar la máxima uniformidad en la combustión y proporcionar velocidades regulares al máximo de lo que resulta posible.
Durante un tiempo me entretuve en fabricar, con un sacabocados, círculos de cartón de tetrabricks. Igualmente efectivos, pero siempre tuve la duda si éstos (todos o algunos) se desplazaban dentro de la vaina, por acción del retroceso producido por el disparo de sus cartuchos compañeros de cilindro.
La firmeza en el anclaje de lis gas-checks excluyó esta posibilidad casi al 100%.
Empleando cargas límite (potentes al máximo recomendable), el empleo de un gas-check o la no utilización del mismo o equivalente objeto, se traduce en un disparo normal o en un KABUM (respectivamente) de consecuencias impredecibles, toda vez que sin sujeción al fondo o sin un quemado regular, las presiones son igualmente irregulares; unas menores y otras mayores y, estando cerca del límite, unas harán reventar el cilindro y los cartuchos adyacentes (muy probablemente) y otras no producirán daño alguno al revolver (al azar).
He aquí , pues, cómo un gas-check, construido para ser instalado en la parte trasera de un proyectil de plomo o su akeacion, tiene una utilidad completamente diferente: servir de tabique de compresión y sujeción al material propelente nitrocelulósico.
Con pólvora NEGRA sólo hice pruebas un día y, viendo cómo quedo mi flamante Colt SAA manufacturado por Colt en 2.012, se me esfumaron las ganas de verlo otra vez pringado de alquitrán.