así como a los soldados del Ejército Español que se encontraban en la villa y la defendieron hasta las últimas consecuencias bajo el emblema de "bandera negra", es decir, lucha sin rendición ni cuartel, ]
cisalvador escribió:Estimado ice43
Cuando se realiza una recreación histórica, además de intentar divulgar nuestra historia, el principal cometido que nos impulsa es homenajear a TODOS los implicados en el acto que se conmemora.
En las efemérides referentes a la Guerra de la Independencia, se viene homenajeando, desde hace unos años, a todos los elementos que habían participado en ella, retomando las celebraciones del primer centenario. Escribí celebraciones, y no precisamente por afinidad o simpatía hacia lo sucedido, sino como recuerdo, a veces doloroso, de lo acontecido.
En el caso de esta población, además de dar a conocer los hechos (muy queridos y conocidos por los castreños) del asalto y destrucción de Castro Urdiales, hemos intentado escenificar una recreación que esperamos haya resultado respetuosa con las personas y con los hechos. Hemos querido también rendir homenaje a los habitantes de la villa que sufrieron la masacre y emitir un mensaje de recuerdo a los soldados de la Grande Armee y a sus aliados Italianos (en otros lugares también españoles), así como a los soldados del Ejército Español que se encontraban en la villa y la defendieron hasta las últimas consecuencias bajo el emblema de "bandera negra", es decir, lucha sin rendición ni cuartel, sin olvidar en ningún momento a los descendientes de todos ellos.
El emotivo momento de las plegarias del Sr Párroco de Castro, además del descubrimiento de un monolito pétreo en el que figuran grabados los mas de trecientos nombres de los habitantes fallecidos, da fiel testimonio del espíritu que rige estos actos.
así como a los soldados del Ejército Español que se encontraban en la villa y la defendieron hasta las últimas consecuencias bajo el emblema de "bandera negra", es decir, lucha sin rendición ni cuartel, Se acercaba el término de la guerra desoladora que ha hecho estragos en todas las provincias del Reino, y contaba la Villa de Castro-Urdiales cerca de cuatro años de dominación enemiga, cuando logró la satisfacción y gozo inexplicable de ver entrar las tropas españolas, desde cuyo momento se juzgó feliz y libre para siempre, pero le engañó su deseo y la perspectiva halagüeña que ofrecían por todas partes los felices sucesos de los ejércitos aliados, así en la Península como fuera de ella; porque desde entonces principiaron sus mayores trabajos y se labró la total ruina y destrucción que le sobrevino después.
En el espacio de diez meses que tuvo libertad y obedeció al Gobierno legítimo se ocuparon sin cesar sus moradores en fortificarla y hacerla, si posible, un punto respetable, que al menos les pusiese a cubierto de cualquier golpe de mano que intentasen los franceses con alguna columna volante, puesto que la situación en que se hallaban éstos no les permitía formar un sitio. Fueron ordenadas y dirigidas las obras de fortificación por los Gobernadores militares que puso allí el Comandante general de la División de Iberia, y se emplearon en ella todos los brazos útiles de las personas del pueblo, muchos pares de bueyes y el valor de cuatro millones de reales. Todo ello, y el derribo de varios edificios que se consideraban perjudiciales para la defensa de la Villa, lo hicieron gustosos sin el menor sentimiento, y lo darían ahora por muy bien empleado si hubiera servido para los fines a que se dirigía; más, por desgracia, no sirvió sino para irritar el ánimo vengativo de los generales franceses y darles ocasión de saciar las pasiones crueles y destructoras que los devoraban. … Pues prescindiendo aquí de si podía o no defenderse la Villa, de si se dieron o no las disposiciones concernientes al efecto, de si llenó la tropa su deber y de lo demás que es ajeno a nuestros propósitos; omitiendo, por lo mismo, referir los ataques y acciones que precedieron a la perdida de Castro-Urdiales, y limitando el relato a esta y sus resultas, puede asegurarse con toda la verdad, sin ofensa de nadie y con dolor de muchos,
que aquella Villa, plaza, retrincheramiento, punto fortificado o como quiera llamarse, teniendo primero y segundo recinto, un Gobernador militar con mil y cien hombres de tropa armada y municionada, provista de víveres y con el paisanaje entusiasmado, donde se provocó la ira del enemigo, no se quiso capitular y enarboló bandera negra, fue tomada por escalada el memorable día 11 de Mayo de 1813, cuando ya no había un soldado dentro de sus muros, por haberse puesto en salvo todos con la fuga, que verificaron en los barcos que de antemano tenían embargados en el muelle.
Lo resaltado en negrita que es histórico, viene a confirmar, que el tema de "bandera negra", solo lo fué para el paisanaje, porque los militares, se fueron antes del desastre.
Por lo tanto, no sé que se celebra con tanto bombo y platillo. El ejército español, no estuvo a la altura que se le suponía, y los que pagaron el pato, fueron ....el pueblo como siempre. Así pues, esta representación teatral, lo único que recuerda, a mi jucio es la traición por parte de los militares españoles, y la masacre por parte de los franceses y sus aliados italianos, que mancharon sus bayonetas con la sangre de niños, mujeres embarazadas, y con todo el resto de la población.
Aunque hayan pasado doscientos años de este luctuoso hecho, hay apellidos en el monumento que no creo que este tipo de actos, les pongan muy alegres.
Pero si es por turismo....
