Leo en un periódico nacional la noticia de que en la ciudad de Cartagena un imán, se ve que un chico con bastante iniciativa, ha decidido pasarse por el forro de cierta parte de su anatomía las leyes del país en el que reside y está organizando a sus acólitos y montando patrullas por el casco antiguo de la ciudad en las que se dedican a insultar, amenazar y agredir a las prostitutas que allí ejercen su oficio (al parecer alguna ha acabado ya en el hospital), no sólo a los árabes que las frecuentan, o a los que se toman una cerveza en una terraza o no acuden con asiduidad a la mezquita.
No estaría de más que esas autoridades, ministerios y demás que tanto abogan por la igualdad y la libertad se dejaran de tanta chorrada e hicieran algo por remediar y perseguir situaciones como esta, por mucho que no estén en el guión de esa tan cacareada alianza de civilizaciones.
Aclaración por si algún moderador quiere editar este comentario: en el mismo no hay por mi parte comentarios políticos ni xenófobos explícitos, solo indignación.
Salu2.
