El Rayo Verde
Publicado: 12 Jun 2007 18:59
Para los foreros que además de amantes de las armas, lo son también de la Naútica, aventureros y bien enrollaos quiero dedicaros una de mis vivencias en los años de profesional. Para felmaes, deandrade, tobruk, rodriguez, curro,........ y todos los demás que lo quieran leer.
El Rayo verde es un fenómeno óptico real, denominado así por su color, que se produce bajo ciertas condiciones atmosféricas especialmente al ocaso, cuando el disco solar se esconde bajo el horizonte, con mar llana, buena visibilidad y atmósfera limpia y despejada, entonces sus últimos rayos se rafractan de tal manera que sólo el ojo del observador percibe los colores verde y amarillo; en este último instante se aprecia como un destello verdeamarillento en el último instante de ocultarse la parte superior del sol bajo el mar.
A lo largo de mis años de navegación lo había observado en varias ocasiones con más o menos nitidez: en la costa Chilena, en el Mediterráneo y creo que alguna otra vez, pero sin la trascendecia de la ocasión que narro a continuación.
Navegando por el Pacífico en un petrolero (VLCC), una de aquellas tardes luminosas en que podía verse nítidamente el horizonte y las pocas nubes algodonosas que parecían en un cielo intensamente azul, hacía pensar en un idílico paisaje polinesio, aun a falta de palmeras y hawaianas; entonces se escuchó a un marinero, hechizado también él por el espectáculo del inminente crepúsculo, hablar del rayo verde.
A las ocho comenzó la guardia el 3º Of y se disponía a preparar la observación de las estrellas, cuando media tripulación se apiñaba en los alerones, obsesionada con el asunto del rayo. Se discutía si sería verdad o pura fantasía, porque muchos eran los que hablaban de él y pocos los que lo habían presenciado. Y mientras uno decía que él sí que lo había visto, otro que imposible, que eso eran solo patrañas. Lo importante en el fondo eran las apuestas que se habían hecho: las cajas de cerveza, botellas de whisky, cartones de tabaco, etc. ¡Era el unico aliciente a nuestra solitaria navegación!.
El caso es que se iban sumando curiosos en los alerones, y todos forzaban la vista escrutando el horizonte en dirección al sol, que ya se disponía a despedirse del barco. Aquello tomó aire de acontecimiento, y hasta el Capitán y yo nos presentamos en el puente para averiguar la causa de tal alborozo y decidimos quedarnos para dar fé del acontecimiento. ¡Un ocaso inesperado!
La mitad del disco anaranjado ya se había sumergido y apenas molestaba a los ojos al mirarlo, que era lo que estábamos haciendo todos con gran atención, seducidos por el sutil cambio de tonalidad de los colores.
El Capitán, haciendo uso de su privilegio, se había engalanado el cuello colgándose de él unos prismáticos, evidentemente el 3º Oficial hacía lo mismo que además estaba de guardia, el 1º Of. también y mientras tanto, los demás se peleaban por el otro par que quedaba en el Puente. El sol se ocultaba rápidamente tras el horizonte y todo el mundo permanecía expectante.
¡Atentos! gritó el Capitán.
Lo poco que quedaba de sol terminó de hundirse y desapareció por completo. De pronto, su último coletazo de luz se tiñó de verde. Fue como un fogonazo huidizo, visto y no visto.
Todos tuvieron la oportunidad de ver el lejano resplandor verde, aunque no todos lo hicieron, porque alguno no tuvo la santa paciencia de mirar fijamente el sol hasta su último estertor.
Y las dudas persistieron, porque unos no se creían lo que decían los otros, y allí no había Juez para dictar el veredicto.
Al final nadie perdió en las apuestas, simplemente, no se hicieron efectivas.
En el Cuderno de Bitácora el 3º Of. anotó en acaecimientos: a 20-48 h. Observado Rayo verde al Ocaso del sol.
Feliz singladura y buena proa a los foreros de armas.es
El Rayo verde es un fenómeno óptico real, denominado así por su color, que se produce bajo ciertas condiciones atmosféricas especialmente al ocaso, cuando el disco solar se esconde bajo el horizonte, con mar llana, buena visibilidad y atmósfera limpia y despejada, entonces sus últimos rayos se rafractan de tal manera que sólo el ojo del observador percibe los colores verde y amarillo; en este último instante se aprecia como un destello verdeamarillento en el último instante de ocultarse la parte superior del sol bajo el mar.
A lo largo de mis años de navegación lo había observado en varias ocasiones con más o menos nitidez: en la costa Chilena, en el Mediterráneo y creo que alguna otra vez, pero sin la trascendecia de la ocasión que narro a continuación.
Navegando por el Pacífico en un petrolero (VLCC), una de aquellas tardes luminosas en que podía verse nítidamente el horizonte y las pocas nubes algodonosas que parecían en un cielo intensamente azul, hacía pensar en un idílico paisaje polinesio, aun a falta de palmeras y hawaianas; entonces se escuchó a un marinero, hechizado también él por el espectáculo del inminente crepúsculo, hablar del rayo verde.
A las ocho comenzó la guardia el 3º Of y se disponía a preparar la observación de las estrellas, cuando media tripulación se apiñaba en los alerones, obsesionada con el asunto del rayo. Se discutía si sería verdad o pura fantasía, porque muchos eran los que hablaban de él y pocos los que lo habían presenciado. Y mientras uno decía que él sí que lo había visto, otro que imposible, que eso eran solo patrañas. Lo importante en el fondo eran las apuestas que se habían hecho: las cajas de cerveza, botellas de whisky, cartones de tabaco, etc. ¡Era el unico aliciente a nuestra solitaria navegación!.
El caso es que se iban sumando curiosos en los alerones, y todos forzaban la vista escrutando el horizonte en dirección al sol, que ya se disponía a despedirse del barco. Aquello tomó aire de acontecimiento, y hasta el Capitán y yo nos presentamos en el puente para averiguar la causa de tal alborozo y decidimos quedarnos para dar fé del acontecimiento. ¡Un ocaso inesperado!
La mitad del disco anaranjado ya se había sumergido y apenas molestaba a los ojos al mirarlo, que era lo que estábamos haciendo todos con gran atención, seducidos por el sutil cambio de tonalidad de los colores.
El Capitán, haciendo uso de su privilegio, se había engalanado el cuello colgándose de él unos prismáticos, evidentemente el 3º Oficial hacía lo mismo que además estaba de guardia, el 1º Of. también y mientras tanto, los demás se peleaban por el otro par que quedaba en el Puente. El sol se ocultaba rápidamente tras el horizonte y todo el mundo permanecía expectante.
¡Atentos! gritó el Capitán.
Lo poco que quedaba de sol terminó de hundirse y desapareció por completo. De pronto, su último coletazo de luz se tiñó de verde. Fue como un fogonazo huidizo, visto y no visto.
Todos tuvieron la oportunidad de ver el lejano resplandor verde, aunque no todos lo hicieron, porque alguno no tuvo la santa paciencia de mirar fijamente el sol hasta su último estertor.
Y las dudas persistieron, porque unos no se creían lo que decían los otros, y allí no había Juez para dictar el veredicto.
Al final nadie perdió en las apuestas, simplemente, no se hicieron efectivas.
En el Cuderno de Bitácora el 3º Of. anotó en acaecimientos: a 20-48 h. Observado Rayo verde al Ocaso del sol.
Feliz singladura y buena proa a los foreros de armas.es