Efectivamente, NIGHTSTALKERS, es un cañón sin retroceso (C.S.R.) M-40 de 106 mm, montado sobre un Land Rover 88 Ligero (creo, no he conseguido descargar bien la foto para aumentarla).
CRITON, he reconocido a algunos de los que salen en tus fotos, varios siguen en servico activo, pero no en la Unidad. Buenas fotos y supongo que muchos recuerdos.
Infantería de Marina española
RE: Infantería de Marina española
HAY DOS TIPOS DE EJí‰RCITO, UNO CON BONITOS CAí‘ONES Y Jí“VENES OFICIALES REGIMENTALES Mí
RE: Infantería de Marina española
El próximo miércoles dia 17 del presente mes, S.M. Don Juan Carlos I pasará revista a las FUerzas de PROtección de Infantería de Marina en el Tercio Norte, hasta donde se han desplazado miembros del Tercio Sur, Tercio Levante, Agupación de Madrid y Agrupación de Canarias, además del Estado Mayor de la FUPRO.
La FUPRO es la unidad que engloba a los Tercios y Agrupaciones y está mandada por un General de Brigada. La sede del Estado Mayor de la FUPRO se encuentra en Madrid.
La FUPRO es la unidad que engloba a los Tercios y Agrupaciones y está mandada por un General de Brigada. La sede del Estado Mayor de la FUPRO se encuentra en Madrid.
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RE: Infantería de Marina española
Voy a reflejar a continuación un pequeño resumen de las acciones más importantes en las que ha intervenido la Infantería de Marina, algunas de ellas ya han sido reflejadas anteriormente pero del siguiente resumen se pueden extraer datos nuevos.
ACCIONES MAS IMPORTANTES EN LAS QUE HA PARTICIPADO LA INFANTERIA DE MARINA
1.- LEPANTO, 1.537
Los arcabuceros del Tercio de la Armada del Mar Océano al mando de su Maestre de Campo, don Lope de Figueroa, fueron los primeros que asaltaron a la galera "Sultana" para acabar con la resistencia de la capitana enemiga.
ACCIONES MAS IMPORTANTES EN LAS QUE HA PARTICIPADO LA INFANTERIA DE MARINA
1.- LEPANTO, 1.537
Los arcabuceros del Tercio de la Armada del Mar Océano al mando de su Maestre de Campo, don Lope de Figueroa, fueron los primeros que asaltaron a la galera "Sultana" para acabar con la resistencia de la capitana enemiga.
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2.- ISLAS TERCERAS, 1.583
Como colofón a la campaña que para hacer valer sus derechos a la corona de Portugal emprendió Felipe II y para evitar que las Azores se pasaran a la obediencia del Prior de Rato, pretendiente también a la corona portuguesa, una escuadra española mandada por D. Alvaro de Bazán bate a una francesa (aliadas del Prior de Rato) en aguas de estas islas en 1582. Participa el Tercio de Armada, con 3.600 hombres. Derrota a la flota enemiga, regresa a Cádiz, no sin antes desembarcar a los 2.600 hombres del tercio de don Agustín Iníguez de Zárate en la isla de San Miguel para evitar hostigamientos de los 3.000 ó 4.000 defensores rebeldes de la isla de la Tercera.
A pesar de esta derrota, la isla Tercera de este archipiélago sigue obediente al desafecto portugués.
La posesión del archipiélago de las Azores se hacía necesario como base de estacionamiento de la Armada de la guarda y defensa de las flotas de las Indias y como punto de escalada de aguada y convoy de las que navegaban por el Atlántico. Era la llave de las rutas marítimas de regreso de la India y de América a la península Ibérica.
Por todo ello, Felipe II decide tomarla y en 1583 organiza una expedición que, conducida por Bazán, cuenta con una fuerza de desembarco, al mando de D. Lope de Figueroa, maestre de campo del Tercio de Armada, para el asalto de la isla Tercera. La Fuerza de Desembarco (FD) se componía además de este tercio de los del Mar Océano, del de D. Agustín Iníguez de Zárate (proveniente de la isla de San Miguel) y de las coronelías alemanas mandadas por D. Juan de Sandoval. En total cuatro Tercios y un Regimiento de alemanes con 11.441 hombres.
La materialización del desembarco es un brillante ejemplo de lo que hoy llamaríamos guerra de maniobra. El enemigo guarnece en fuerza las probables playas de desembarco y cuenta con fuerte reserva. Después de efectuar un concienzudo reconocimiento, el jefe de la FD., D. Lope de Figueroa, descubre una playa poco idónea para un desembarco pero en la cual éste no sería imposible.
Al efecto de desviar la atención del defensor (que sigue atentamente por tierra todos los movimientos de la flota española) se efectúa una demostración, apoyado con fuego de cañón de las galeras, sobre unas playas que, aparentemente, eran las más idóneas para el desembarco. Engañado, el enemigo orienta sus fuerzas para hacer frente a esta amenaza al tiempo que, rápidamente, el Tercio de Armada, seguido de los demás, desembarca en dos oleadas ("barcadas") en la playa inicialmente juzgada como menos idónea. Una vez en tierra, eliminada la débil resistencia inicial y constituida la adecuada potencia de combate, la FD. busca y cierra sobre el grueso enemigo, venciéndolo.
La campaña de la Tercera en 1583 fue, quizás, la más brillante de toda la historia de la Infantería de Marina Española.
Como colofón a la campaña que para hacer valer sus derechos a la corona de Portugal emprendió Felipe II y para evitar que las Azores se pasaran a la obediencia del Prior de Rato, pretendiente también a la corona portuguesa, una escuadra española mandada por D. Alvaro de Bazán bate a una francesa (aliadas del Prior de Rato) en aguas de estas islas en 1582. Participa el Tercio de Armada, con 3.600 hombres. Derrota a la flota enemiga, regresa a Cádiz, no sin antes desembarcar a los 2.600 hombres del tercio de don Agustín Iníguez de Zárate en la isla de San Miguel para evitar hostigamientos de los 3.000 ó 4.000 defensores rebeldes de la isla de la Tercera.
A pesar de esta derrota, la isla Tercera de este archipiélago sigue obediente al desafecto portugués.
La posesión del archipiélago de las Azores se hacía necesario como base de estacionamiento de la Armada de la guarda y defensa de las flotas de las Indias y como punto de escalada de aguada y convoy de las que navegaban por el Atlántico. Era la llave de las rutas marítimas de regreso de la India y de América a la península Ibérica.
Por todo ello, Felipe II decide tomarla y en 1583 organiza una expedición que, conducida por Bazán, cuenta con una fuerza de desembarco, al mando de D. Lope de Figueroa, maestre de campo del Tercio de Armada, para el asalto de la isla Tercera. La Fuerza de Desembarco (FD) se componía además de este tercio de los del Mar Océano, del de D. Agustín Iníguez de Zárate (proveniente de la isla de San Miguel) y de las coronelías alemanas mandadas por D. Juan de Sandoval. En total cuatro Tercios y un Regimiento de alemanes con 11.441 hombres.
La materialización del desembarco es un brillante ejemplo de lo que hoy llamaríamos guerra de maniobra. El enemigo guarnece en fuerza las probables playas de desembarco y cuenta con fuerte reserva. Después de efectuar un concienzudo reconocimiento, el jefe de la FD., D. Lope de Figueroa, descubre una playa poco idónea para un desembarco pero en la cual éste no sería imposible.
Al efecto de desviar la atención del defensor (que sigue atentamente por tierra todos los movimientos de la flota española) se efectúa una demostración, apoyado con fuego de cañón de las galeras, sobre unas playas que, aparentemente, eran las más idóneas para el desembarco. Engañado, el enemigo orienta sus fuerzas para hacer frente a esta amenaza al tiempo que, rápidamente, el Tercio de Armada, seguido de los demás, desembarca en dos oleadas ("barcadas") en la playa inicialmente juzgada como menos idónea. Una vez en tierra, eliminada la débil resistencia inicial y constituida la adecuada potencia de combate, la FD. busca y cierra sobre el grueso enemigo, venciéndolo.
La campaña de la Tercera en 1583 fue, quizás, la más brillante de toda la historia de la Infantería de Marina Española.
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3.- BAHIA (BRASIL), 1.625
El 2 de abril desembarcó el Tercio Viejo de la Armada del Mar Océano de Infantería Napolitana, bajo el mando de su Maestre de Campo, D. Héctor de Calce, y desde la escuadra del almirante D. Fadrique de Toledo expulsó a los holandeses que se habían apoderado de la plaza.
En una segunda expedición, en 1.638, obtuvo una nueva victoria que obligó a los holandeses a una evacuación definitiva de la zona.
4.- CASTILLO DEL MORRO (LA HABANA, CUBA), 1.762
Durante el ataque inglés a La Habana, 600 infantes de marina al mando del Capitán de Navío Velasco, durante 44 días, en trinchera abierta, bajo el fuego de las fuerzas enemigas, que contaban con unos 6.000 hombres y numerosas piezas de artillería, mantuvieron imbatido el Castillo del Morro.
Los ingleses para tomarlo tuvieron que volarlo con dos mil zapadores negros y cuando al fin consiguieron entrar, sólo encontraron un montón de cadáveres.
La tradición señala como muy distinguido del Cuerpo el cabo Mollano a quien Velasco otorga, por su heroísmo, "la gracia que pida", solicitando éste que se conceda a los cabos del Cuerpo los galones de oro; esta concesión fue más tarde ratificada, disfrutando los cabos de este privilegio hasta 1.942, en el que, tan sólo por razones de uniformidad pierde el Cuerpo tal prerrogativa.
Por esta brillante acción se concede a la Infantería de Marina el título de Cuerpo de Casa Real (R.O. 22-03-1.763).
El 2 de abril desembarcó el Tercio Viejo de la Armada del Mar Océano de Infantería Napolitana, bajo el mando de su Maestre de Campo, D. Héctor de Calce, y desde la escuadra del almirante D. Fadrique de Toledo expulsó a los holandeses que se habían apoderado de la plaza.
En una segunda expedición, en 1.638, obtuvo una nueva victoria que obligó a los holandeses a una evacuación definitiva de la zona.
4.- CASTILLO DEL MORRO (LA HABANA, CUBA), 1.762
Durante el ataque inglés a La Habana, 600 infantes de marina al mando del Capitán de Navío Velasco, durante 44 días, en trinchera abierta, bajo el fuego de las fuerzas enemigas, que contaban con unos 6.000 hombres y numerosas piezas de artillería, mantuvieron imbatido el Castillo del Morro.
Los ingleses para tomarlo tuvieron que volarlo con dos mil zapadores negros y cuando al fin consiguieron entrar, sólo encontraron un montón de cadáveres.
La tradición señala como muy distinguido del Cuerpo el cabo Mollano a quien Velasco otorga, por su heroísmo, "la gracia que pida", solicitando éste que se conceda a los cabos del Cuerpo los galones de oro; esta concesión fue más tarde ratificada, disfrutando los cabos de este privilegio hasta 1.942, en el que, tan sólo por razones de uniformidad pierde el Cuerpo tal prerrogativa.
Por esta brillante acción se concede a la Infantería de Marina el título de Cuerpo de Casa Real (R.O. 22-03-1.763).
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5.- FUENTES FRIAS, 1.810
El primer Batallón del 4º Regimiento operaba con O´Donnell en el ejército de Cataluña. Al amanecer el día 12 de enero, en un choque entre fuerzas españolas y francesas, ambas fuerzas tratan de alcanzar la excelente posición de Fuentes Frías, cuando una briosa carga a la bayoneta del Batallón de Infantería de Marina pone en desordenada fuga a las fuerzas francesas, que abandonaron más de 100 hombres y todo su material de guerra en el campo de batalla.
Ese mismo Batallón, nueve días más tarde, tras rechazar una carga de coraceros franceses (en la que murió el jefe del Bon. D. Angel Jover), desalojaron a la infantería francesa de la altura denominada Casablanca y cuya conquista abrió las puestas de Mollet.
El primer Batallón del 4º Regimiento operaba con O´Donnell en el ejército de Cataluña. Al amanecer el día 12 de enero, en un choque entre fuerzas españolas y francesas, ambas fuerzas tratan de alcanzar la excelente posición de Fuentes Frías, cuando una briosa carga a la bayoneta del Batallón de Infantería de Marina pone en desordenada fuga a las fuerzas francesas, que abandonaron más de 100 hombres y todo su material de guerra en el campo de batalla.
Ese mismo Batallón, nueve días más tarde, tras rechazar una carga de coraceros franceses (en la que murió el jefe del Bon. D. Angel Jover), desalojaron a la infantería francesa de la altura denominada Casablanca y cuya conquista abrió las puestas de Mollet.
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6.- SAN PEDRO ABANTO, 1.874
Se producen durante la guerra carlista de 1.872-76 las gloriosas acciones de Somorrostro, San Pedro Abanto y Caserío de Murrieta. La actuación del 2º Batallón del 1er. Regimiento, a las órdenes de su teniente coronel, don Joaquín Albacete Fuster, durante los días 25 al 27 de marzo, es superior a toda ponderación; tres durísimas y agotadoras jornadas, ante un enemigo decidido y en constante lucha, sin tiempo ni modo de reponer sus fuerzas, y cubiertos de fango y polvo; fue preciso apurar hasta el máximo las excelsas virtudes del infante de marina para salir airosos de tan dura empresa.
El día 25 de marzo de 1874 rompe este 2º Bón. del 1er. Regimiento el fuego en los campos de Somorrostro, contra los carlistas, y todo ese día y al siguiente continúa en constante combate. Llegado el día 27 se produce la épica jornada de San Pedro Abanto, digno timbre del orgullo de esa gloriosa unidad. Ataca de frente las posiciones enemigas, después de tocar el corneta "paso de ataque", y avanza sembrando el terreno de cadáveres y heridos, ordenando Albacete que los capitanes se pongan a la cabeza de sus compañías; siempre adelante, en imponente actitud de desprecio a la muerte, rebasa las trincheras enemigas y continúa impertérrito hasta el caserío de Murrieta, dejando tendido en el campo más de un tercio de su fuerza.
La toma, en brillantísima carga a la bayoneta, del caserío de Murrieta fue una acción cuya bravura es imposible de describir pues "causó la admiración hasta del propio enemigo", cuya impresión exacta está reflejada en el Diario de Sesiones del Congreso de 26 de marzo de 1.893, de la cual extractamos: "El choque fue violentísimo; cada piedra era un baluarte; cada mata, un reducto; cada arroyuelo se convertía en un foso invadeable… Se perdió una casa cuatro veces. El ejército carlista hizo justicia a aquellos heroicos y sufridos soldados, y al verlos retirarse diezmados por la metralla paso a paso, volviendo la cara y haciendo fuego, prorrumpieron en entusiastas vivas a aquel incomparable Batallón de Infantería de Marina… a aquellos cazadores… a aquellos generales que, con las hojas de sus espadas rotas por las balas, ebrios de coraje, habían llegado casi a tapar con sus cuerpos las bocas de los cañones…".
De la primera compañía, al terminar la jornada y hecho el recuento del personal, sólo quedaban en pie tres o cuatro bravos. "Los marinos ensangrientan el suelo, pero no desmayan, vencen".
Merece, finalmente, esta unidad la Cruz Laureada de San Fernando y la honra de ostentar en su bandera la corbata de la Orden.
Se producen durante la guerra carlista de 1.872-76 las gloriosas acciones de Somorrostro, San Pedro Abanto y Caserío de Murrieta. La actuación del 2º Batallón del 1er. Regimiento, a las órdenes de su teniente coronel, don Joaquín Albacete Fuster, durante los días 25 al 27 de marzo, es superior a toda ponderación; tres durísimas y agotadoras jornadas, ante un enemigo decidido y en constante lucha, sin tiempo ni modo de reponer sus fuerzas, y cubiertos de fango y polvo; fue preciso apurar hasta el máximo las excelsas virtudes del infante de marina para salir airosos de tan dura empresa.
El día 25 de marzo de 1874 rompe este 2º Bón. del 1er. Regimiento el fuego en los campos de Somorrostro, contra los carlistas, y todo ese día y al siguiente continúa en constante combate. Llegado el día 27 se produce la épica jornada de San Pedro Abanto, digno timbre del orgullo de esa gloriosa unidad. Ataca de frente las posiciones enemigas, después de tocar el corneta "paso de ataque", y avanza sembrando el terreno de cadáveres y heridos, ordenando Albacete que los capitanes se pongan a la cabeza de sus compañías; siempre adelante, en imponente actitud de desprecio a la muerte, rebasa las trincheras enemigas y continúa impertérrito hasta el caserío de Murrieta, dejando tendido en el campo más de un tercio de su fuerza.
La toma, en brillantísima carga a la bayoneta, del caserío de Murrieta fue una acción cuya bravura es imposible de describir pues "causó la admiración hasta del propio enemigo", cuya impresión exacta está reflejada en el Diario de Sesiones del Congreso de 26 de marzo de 1.893, de la cual extractamos: "El choque fue violentísimo; cada piedra era un baluarte; cada mata, un reducto; cada arroyuelo se convertía en un foso invadeable… Se perdió una casa cuatro veces. El ejército carlista hizo justicia a aquellos heroicos y sufridos soldados, y al verlos retirarse diezmados por la metralla paso a paso, volviendo la cara y haciendo fuego, prorrumpieron en entusiastas vivas a aquel incomparable Batallón de Infantería de Marina… a aquellos cazadores… a aquellos generales que, con las hojas de sus espadas rotas por las balas, ebrios de coraje, habían llegado casi a tapar con sus cuerpos las bocas de los cañones…".
De la primera compañía, al terminar la jornada y hecho el recuento del personal, sólo quedaban en pie tres o cuatro bravos. "Los marinos ensangrientan el suelo, pero no desmayan, vencen".
Merece, finalmente, esta unidad la Cruz Laureada de San Fernando y la honra de ostentar en su bandera la corbata de la Orden.
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7.- NOVELETA, 1.896
En noviembre de ese año, el primer Batallón del Primer Regimiento de Filipinas, al dirigirse desde la playa de Binacan a Cavite Viejo, sufrió cerca de Noveleta la emboscada de un enemigo numeroso y bien atrincherado, y en vez de retirarse se dirigió resueltamente hacia las trincheras enemigas. El combate fue durísimo. El Jefe del Batallón, herido grave, se mantuvo. El segundo jefe (Cte. Baturone) cayó con dos balazos en la cabeza; casi todos los oficiales mueren en el intento de llegar a las trincheras enemigas; el capitán Sevillano pide que le amputen el brazo en el mismo campo de batalla, etc…; fueron tantas las escenas de valor y heroísmo que el general Blanco dijo que "nunca había mandado soldados ni mejor instruidos ni más bravos".
8.- MUELA DE SARRION, 1.938
El Batallón expedicionario del Ferrol que combatió en el bando nacional bajo el mando del Comandante D. Vicente de Juan Gómez, encuadrado en la División 85 del Cuerpo de Ejército de Galicia, resistió en la Muela de Sarrión, después de sufrir una intensa preparación artillera el 18 de septiembre, cuatro días de ataques y saltos continuos de tres divisiones del bando republicano, empeñadas en reconquistar esta posición clave del frente de Teruel sin conseguirlo.
El éxito de la defensa fue debido a la continua excavación de trincheras que luego no eran ocupadas. Las compañías del Batallón esperaban el ataque sobre objetivos desocupados para realizar fuertes contraataques que rechazaron una y otra vez al enemigo.
En noviembre de ese año, el primer Batallón del Primer Regimiento de Filipinas, al dirigirse desde la playa de Binacan a Cavite Viejo, sufrió cerca de Noveleta la emboscada de un enemigo numeroso y bien atrincherado, y en vez de retirarse se dirigió resueltamente hacia las trincheras enemigas. El combate fue durísimo. El Jefe del Batallón, herido grave, se mantuvo. El segundo jefe (Cte. Baturone) cayó con dos balazos en la cabeza; casi todos los oficiales mueren en el intento de llegar a las trincheras enemigas; el capitán Sevillano pide que le amputen el brazo en el mismo campo de batalla, etc…; fueron tantas las escenas de valor y heroísmo que el general Blanco dijo que "nunca había mandado soldados ni mejor instruidos ni más bravos".
8.- MUELA DE SARRION, 1.938
El Batallón expedicionario del Ferrol que combatió en el bando nacional bajo el mando del Comandante D. Vicente de Juan Gómez, encuadrado en la División 85 del Cuerpo de Ejército de Galicia, resistió en la Muela de Sarrión, después de sufrir una intensa preparación artillera el 18 de septiembre, cuatro días de ataques y saltos continuos de tres divisiones del bando republicano, empeñadas en reconquistar esta posición clave del frente de Teruel sin conseguirlo.
El éxito de la defensa fue debido a la continua excavación de trincheras que luego no eran ocupadas. Las compañías del Batallón esperaban el ataque sobre objetivos desocupados para realizar fuertes contraataques que rechazaron una y otra vez al enemigo.
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Continuamos con algunos héroes del Cuerpo.
HEROES DE LA INFANTERIA DE MARINA
1.- MIGUEL DE CERVANTES
Nace en Alcalá de Henares, en fecha incierta, pero es bautizado el 9 de octubre de 1547, pudiendo haber nacido el 29 de septiembre, día de San Miguel. Sienta plaza de soldado en el Tercio de la Armada del Mar Océano con Moncada y en la compañía de Diego de Urbina el día 29 de abril de 1.571.
Formada la escuadra de la Liga, junto con las marinas pontificia y veneciana, con 200 galeras y otras naves, con un total de 700 velas mandadas por el almirante de la española, Don Juan de Austria, embarca su tercio y a él le corresponde hacerlo en la galera "Marquesa".
Avistada en el golfo de Lepanto la escuadra turca, mandada por Ali Baja, que llevaba más de 300 naves, con unos 120.000 hombres, tuvo lugar la memorable batalla de Lepanto. En ese día, enfermo Cervantes, no quiso desaprovechar "la más alta ocasión que vieron los siglos" y, pese a su fiebre, pide luchar, "porque más preferiría morir peleando por Dios y por su rey que vivir so cubierta". Presentándose a su capitán, le pide "que le ponga en la parte y lugar que fuera más peligroso" y "allí estaría y moriría peleando".
Lucha con bravura y recibe dos arcabuzazos en el pecho y una herida en la mano siniestra, que se la deja sin movimiento, circunstancia que le vale el sobrenombre de "manco de Lepanto".
Por fin, resuena de una galera a otra el grito de ¡Victoria para los cristianos!, quedando abatido el poder de la Media Luna en el día de la Virgen del Rosario, 7 de octubre; recibe su tercio, como gloria, el sobrenombre de "Tercio de la Liga".
De regreso a España, en 1.575, con su hermano Rodrigo es preso de los turcos y queda cautivo en Argel, de donde es rescatado es 1.580 y, alistándose de nuevo en su mismo tercio, embarca en la galera "San Mateo" como soldado aventajado (categoría análoga a los actuales cadetes) y toma parte en la jornada de la Tercera junto con Rodrigo, su hermano.
Terminada esta campaña, Cervantes se retira del servicio de las armas.
HEROES DE LA INFANTERIA DE MARINA
1.- MIGUEL DE CERVANTES
Nace en Alcalá de Henares, en fecha incierta, pero es bautizado el 9 de octubre de 1547, pudiendo haber nacido el 29 de septiembre, día de San Miguel. Sienta plaza de soldado en el Tercio de la Armada del Mar Océano con Moncada y en la compañía de Diego de Urbina el día 29 de abril de 1.571.
Formada la escuadra de la Liga, junto con las marinas pontificia y veneciana, con 200 galeras y otras naves, con un total de 700 velas mandadas por el almirante de la española, Don Juan de Austria, embarca su tercio y a él le corresponde hacerlo en la galera "Marquesa".
Avistada en el golfo de Lepanto la escuadra turca, mandada por Ali Baja, que llevaba más de 300 naves, con unos 120.000 hombres, tuvo lugar la memorable batalla de Lepanto. En ese día, enfermo Cervantes, no quiso desaprovechar "la más alta ocasión que vieron los siglos" y, pese a su fiebre, pide luchar, "porque más preferiría morir peleando por Dios y por su rey que vivir so cubierta". Presentándose a su capitán, le pide "que le ponga en la parte y lugar que fuera más peligroso" y "allí estaría y moriría peleando".
Lucha con bravura y recibe dos arcabuzazos en el pecho y una herida en la mano siniestra, que se la deja sin movimiento, circunstancia que le vale el sobrenombre de "manco de Lepanto".
Por fin, resuena de una galera a otra el grito de ¡Victoria para los cristianos!, quedando abatido el poder de la Media Luna en el día de la Virgen del Rosario, 7 de octubre; recibe su tercio, como gloria, el sobrenombre de "Tercio de la Liga".
De regreso a España, en 1.575, con su hermano Rodrigo es preso de los turcos y queda cautivo en Argel, de donde es rescatado es 1.580 y, alistándose de nuevo en su mismo tercio, embarca en la galera "San Mateo" como soldado aventajado (categoría análoga a los actuales cadetes) y toma parte en la jornada de la Tercera junto con Rodrigo, su hermano.
Terminada esta campaña, Cervantes se retira del servicio de las armas.
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RE: Infantería de Marina española
2.- ANTONIO DE SOTO
En la segunda mitad del siglo XVIII aparece la primera mujer alistada en la Infantería de Marina, aunque no como tal mujer, sino haciéndose pasar por hombre, con el nombre de Antonio de Soto. Su romántico deseo de vestir tan honroso y glorioso uniforme la movió a alistarse en este Cuerpo. Después de unas brillantes campañas, tanto en tierra –acciones de Bañuls y sitio de Rosas- como en la mar, embarcada en la fragata "Mercedes", participó en el combate naval de San Vicente, entre otras operaciones en la mar, y después de más de cinco años de actividad constante y como consecuencia de una ligera enfermedad, un reconocimiento médico descubre por casualidad su verdadero sexo: era mujer y se llamaba Ana María Antonia. Tenía dieciséis años al sentar plaza. Noticioso el rey, y ya Ana María en situación de "licenciada" por sus peculiaridades físicas, le fue concedida por deseo y disposición regia, el empleo de sargento primera que antes había ostentado, con el sueldo correspondiente y derecho a usar sobre sus prendas femeninas el distintivo de su empleo. Su actividad castrense, en las filas de la Infantería de Marina, estuvo comprendida entre los años 1.793 a 1.798
En la segunda mitad del siglo XVIII aparece la primera mujer alistada en la Infantería de Marina, aunque no como tal mujer, sino haciéndose pasar por hombre, con el nombre de Antonio de Soto. Su romántico deseo de vestir tan honroso y glorioso uniforme la movió a alistarse en este Cuerpo. Después de unas brillantes campañas, tanto en tierra –acciones de Bañuls y sitio de Rosas- como en la mar, embarcada en la fragata "Mercedes", participó en el combate naval de San Vicente, entre otras operaciones en la mar, y después de más de cinco años de actividad constante y como consecuencia de una ligera enfermedad, un reconocimiento médico descubre por casualidad su verdadero sexo: era mujer y se llamaba Ana María Antonia. Tenía dieciséis años al sentar plaza. Noticioso el rey, y ya Ana María en situación de "licenciada" por sus peculiaridades físicas, le fue concedida por deseo y disposición regia, el empleo de sargento primera que antes había ostentado, con el sueldo correspondiente y derecho a usar sobre sus prendas femeninas el distintivo de su empleo. Su actividad castrense, en las filas de la Infantería de Marina, estuvo comprendida entre los años 1.793 a 1.798
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3.- MARTIN ALVAREZ
En la memorable jornada de San Vicente, quedaron una vez más patentes las virtudes militares del Cuerpo, pero entre todos los héroes de la jornada, que fueron muchos, destaca el granadero Martín Alvarez, cuya vida fue publicada en forma novelesca por nuestro antecesor don José Arnao.
Nacido nuestro héroe en Montemolín, Badajoz, pasa a Sevilla para alistarse como soldado en caballería, el 26 de abril de 1.790 y en lo que le dijeron llamarse "los dragones del viento", que en realidad era la 3ª Compañía del 9º Batallón del Cuerpo.
Embarca en el navío "Gallardo", en Cádiz el 16 de septiembre de 1.792; pasa con Gravina a Francia y a principios de 1.794 figura en la dotación del navío "San Carlos" que salía para las Antillas; vuelve en 1.795 con un convoy de dinero, a Cádiz. El 26 de enero de 1.796 sale para Cartagena en el navío "Santa Ana" y pasa luego a la guarnición del "Príncipe de Asturias" y de nuevo en Cartagena pasa (el 1 de febrero de 1.797) al "San Nicolás de Bari", mandado por el Brigadier Don Tomás Geraldino, cuyo buque navega en conserva del resto de la escuadra a Málaga a recibir un gran convoy.
El combate naval de San Vicente, el 14 de febrero, se encuentra en su puesto en la toldilla disparando como granadero contra el navío inglés "Captain", en el que Nelson arbolaba su insignia, y al mismo tiempo estaba de guardia de escolta de la bandera a él confiada.
Abordados por el inglés, toma su sable y arremete contra el oficial que venía en cabeza a arriar y apoderarse de la bandera, y que resultó ser el sargento mayor Guillermo Morris; cargó contra él con tal furia que, después de atravesarlo de parte a parte, queda su sable tan clavado en el mamparo que no puede desprenderlo. Se le echa el enemigo encima, y herido de un balazo en la cabeza salta al alcázar, en donde ve a su comandante tendido en el suelo, malherido, y al acercarse a socorrerle, le dice: "granadero, di a tus compañeros que ninguno se rinda, sino después de muerto".
Todavía le quedan brios a Martín Alvarez para luchar una hora más al lado de su comandante muerto, y al fin, desangrado, cae exánime. Sólo entonces, y cuando del navío no queda en pie un solo defensor, puede el inglés arriar la bandera del "San Nicolás de Bari".
En un interesante artículo, original del culto y prestigioso historiador militar, general de infantería Bermúdez de Castro, publicado en el periódico "Ahora" el día 14 de julio de 1936, relata una visita a Gibraltar, en donde, en un fuerte, vio un antiguo cañón con esta inscripción: "14 de febrero de 1.797 –"San Vicente"- Ship "Captain"- Ship "San Nicolás"- "Martín Alvarez".
Interesado por esta inscripción, al cabo de cierto tiempo de consultar los ingleses sus archivos, recibe la siguiente contestación: "al arriar los ingleses la bandera del "San Nicolás", encuentran a Martín de centinela junto a la bandera; después de ensartar al oficial como una mariposa con un alfiler, sin poder desprender el sable del mamparo en el que estaba clavado, coge el fusil a modo de maza, tumbó a los que le rodeaban, hizo huir al resto, a los que persigue a mazazos, sube al alcázar y, ya acribillado de heridas sucumbe cumpliendo la consigna. Nadie osa arriar la bandera hasta que el granadero expira".
"Ponen los ingleses una bala a los pies de cada muerto y los arrojan al agua, y al llegar a Martín Alvarez recibe los honores de ser envuelto en la bandera que tan briosamente había defendido; forma la tripulación inglesa y da en su honor tres hurras".
Se publica la Real Orden de 12 de diciembre de 1848, que dispone "que haya perpetuamente en la Armada un buque del porte de diez cañones abajo, que lleve el nombre del heroico granadero". La fragata "Dolorcitas" fue la primera a la que se puso su nombre. Treinta años después (04-07-1.878), y perdido totalmente el buque antes citado, sale otra Real Orden disponiendo que se designe un buque del tipo ya dispuesto para que se le de el nombre de Martín Alvarez, y que su nombre figure constantemente, y como premio, en la nómina de revista de la 1ª Compañía del 7º Batallón del 1º Regimiento, nombrándole el coronel en la Revista de Comisario.
Se le da su nombre a un cañonero adquirido en América.
La Marina honró a este héroe enviando una compañía de guardiamarinas de San Fernando con la banda de música, cornetas y tambores a dar solemnidad a la inauguración del monumento y paseo que con su nombre le dedicó Montemolín (1.938).
En la memorable jornada de San Vicente, quedaron una vez más patentes las virtudes militares del Cuerpo, pero entre todos los héroes de la jornada, que fueron muchos, destaca el granadero Martín Alvarez, cuya vida fue publicada en forma novelesca por nuestro antecesor don José Arnao.
Nacido nuestro héroe en Montemolín, Badajoz, pasa a Sevilla para alistarse como soldado en caballería, el 26 de abril de 1.790 y en lo que le dijeron llamarse "los dragones del viento", que en realidad era la 3ª Compañía del 9º Batallón del Cuerpo.
Embarca en el navío "Gallardo", en Cádiz el 16 de septiembre de 1.792; pasa con Gravina a Francia y a principios de 1.794 figura en la dotación del navío "San Carlos" que salía para las Antillas; vuelve en 1.795 con un convoy de dinero, a Cádiz. El 26 de enero de 1.796 sale para Cartagena en el navío "Santa Ana" y pasa luego a la guarnición del "Príncipe de Asturias" y de nuevo en Cartagena pasa (el 1 de febrero de 1.797) al "San Nicolás de Bari", mandado por el Brigadier Don Tomás Geraldino, cuyo buque navega en conserva del resto de la escuadra a Málaga a recibir un gran convoy.
El combate naval de San Vicente, el 14 de febrero, se encuentra en su puesto en la toldilla disparando como granadero contra el navío inglés "Captain", en el que Nelson arbolaba su insignia, y al mismo tiempo estaba de guardia de escolta de la bandera a él confiada.
Abordados por el inglés, toma su sable y arremete contra el oficial que venía en cabeza a arriar y apoderarse de la bandera, y que resultó ser el sargento mayor Guillermo Morris; cargó contra él con tal furia que, después de atravesarlo de parte a parte, queda su sable tan clavado en el mamparo que no puede desprenderlo. Se le echa el enemigo encima, y herido de un balazo en la cabeza salta al alcázar, en donde ve a su comandante tendido en el suelo, malherido, y al acercarse a socorrerle, le dice: "granadero, di a tus compañeros que ninguno se rinda, sino después de muerto".
Todavía le quedan brios a Martín Alvarez para luchar una hora más al lado de su comandante muerto, y al fin, desangrado, cae exánime. Sólo entonces, y cuando del navío no queda en pie un solo defensor, puede el inglés arriar la bandera del "San Nicolás de Bari".
En un interesante artículo, original del culto y prestigioso historiador militar, general de infantería Bermúdez de Castro, publicado en el periódico "Ahora" el día 14 de julio de 1936, relata una visita a Gibraltar, en donde, en un fuerte, vio un antiguo cañón con esta inscripción: "14 de febrero de 1.797 –"San Vicente"- Ship "Captain"- Ship "San Nicolás"- "Martín Alvarez".
Interesado por esta inscripción, al cabo de cierto tiempo de consultar los ingleses sus archivos, recibe la siguiente contestación: "al arriar los ingleses la bandera del "San Nicolás", encuentran a Martín de centinela junto a la bandera; después de ensartar al oficial como una mariposa con un alfiler, sin poder desprender el sable del mamparo en el que estaba clavado, coge el fusil a modo de maza, tumbó a los que le rodeaban, hizo huir al resto, a los que persigue a mazazos, sube al alcázar y, ya acribillado de heridas sucumbe cumpliendo la consigna. Nadie osa arriar la bandera hasta que el granadero expira".
"Ponen los ingleses una bala a los pies de cada muerto y los arrojan al agua, y al llegar a Martín Alvarez recibe los honores de ser envuelto en la bandera que tan briosamente había defendido; forma la tripulación inglesa y da en su honor tres hurras".
Se publica la Real Orden de 12 de diciembre de 1848, que dispone "que haya perpetuamente en la Armada un buque del porte de diez cañones abajo, que lleve el nombre del heroico granadero". La fragata "Dolorcitas" fue la primera a la que se puso su nombre. Treinta años después (04-07-1.878), y perdido totalmente el buque antes citado, sale otra Real Orden disponiendo que se designe un buque del tipo ya dispuesto para que se le de el nombre de Martín Alvarez, y que su nombre figure constantemente, y como premio, en la nómina de revista de la 1ª Compañía del 7º Batallón del 1º Regimiento, nombrándole el coronel en la Revista de Comisario.
Se le da su nombre a un cañonero adquirido en América.
La Marina honró a este héroe enviando una compañía de guardiamarinas de San Fernando con la banda de música, cornetas y tambores a dar solemnidad a la inauguración del monumento y paseo que con su nombre le dedicó Montemolín (1.938).
HAY DOS TIPOS DE EJí‰RCITO, UNO CON BONITOS CAí‘ONES Y Jí“VENES OFICIALES REGIMENTALES Mí
RE: Infantería de Marina española
4.- JOSE FERMIN PAVIA (Guerra de Independencia, 2º Regimiento de Infantería de Marina, acciones de Ocaña, Toledo, 19-11-1.809)
El brigadier Jácome, jefe de las fuerzas que actuaban en Ocaña en esa fecha, ordenó que en el informe que hoy llamaríamos Parte de Campaña figurase lo siguiente: "El Regimiento segundo del real de Marina es bizarro, bizarrísimo". Más adelante, en otro informe, el general Copons dice: "El segundo Regimiento de Marina se ha portado en la batalla del 19 de noviembre, dada a los franceses en los llanos de Ocaña, con todo honor, valor e intrepidez dignos de elogio, y que ha llenado este cuerpo de tal forma sus deberes que lo hacen acreedor a toda consideración de S.M. y aprecio de la nación".
Tanto este 2º Regimiento como el primero, que también participó en dichas acciones, salvaron sus banderas. La coronela del 2º Regimiento fue defendida por su oficial abanderado contra varios dragones franceses que querían arrebatársela, y lo hizo con tal denuedo y continua valentía que por estos hechos de heroísmo el oficial abanderado don José Fermín Pavía fue recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando.
El brigadier Jácome, jefe de las fuerzas que actuaban en Ocaña en esa fecha, ordenó que en el informe que hoy llamaríamos Parte de Campaña figurase lo siguiente: "El Regimiento segundo del real de Marina es bizarro, bizarrísimo". Más adelante, en otro informe, el general Copons dice: "El segundo Regimiento de Marina se ha portado en la batalla del 19 de noviembre, dada a los franceses en los llanos de Ocaña, con todo honor, valor e intrepidez dignos de elogio, y que ha llenado este cuerpo de tal forma sus deberes que lo hacen acreedor a toda consideración de S.M. y aprecio de la nación".
Tanto este 2º Regimiento como el primero, que también participó en dichas acciones, salvaron sus banderas. La coronela del 2º Regimiento fue defendida por su oficial abanderado contra varios dragones franceses que querían arrebatársela, y lo hizo con tal denuedo y continua valentía que por estos hechos de heroísmo el oficial abanderado don José Fermín Pavía fue recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando.
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RE: Infantería de Marina española
5.- PABLO MORILLO
Sienta plaza de soldado en Infantería de Marina a la edad de trece años, alistándose en la comisión de recluta de Toro (15-03-1.791); embarca más tarde y asiste al combate de Tolón, contra los republicanos franceses, en aquel puerto del Mediterráneo.
Embarca posteriormente en el navío "San Isidro" y asiste al combate naval del Cabo San Vicente, junto con Martín Alvarez; en este combate fue hecho prisionero. Libertado, embarca nuevamente y, como soldado aún, asiste al combate naval de Trafalgar, en el que sufre, con su compañero Pérez de los Ríos, variadas heridas y salva, con peligro de su vida, una bandera que hubiera caído al mar.
Pronto, por sus méritos, asciende a cabo y a sargento, destacándose en todo momento. Toma parte muy importante en la Guerra de la Independencia, asistiendo a la rendición de la escuadra de Rosily (1.808), en donde acredita sus excepcionales dotes militares; asiste con su batallón a la acción de Bailen, mereciendo el ascenso a alférez en el campo de batalla.
Pasa entonces a formar parte del Ejército de Tierra, y vuelve a brillar su estrella en tal forma, que alcanzó el empleo de coronel como premio a la gloriosa defensa de Vigo y del Puente de Sampayo (08-06-1.809).
Con Castaños alcanza el grado de general de brigada y, al año siguiente, el de división.
Pasa al Ejército de Lord Wellington y termina brillantemente su campaña.
En 1.815 sostuvo destacada actuación en América, y al regresar a España (1.820), se le concede el título de Conde de Cartagena, por sus méritos en Cartagena de Colombia, y el de Marqués de la Puerta. Fue Capitán General de Madrid, mandó al ejército en la Guerra Carlista y falleció a los cincuenta y nueve años, con cuarenta y seis de servicio.
Sienta plaza de soldado en Infantería de Marina a la edad de trece años, alistándose en la comisión de recluta de Toro (15-03-1.791); embarca más tarde y asiste al combate de Tolón, contra los republicanos franceses, en aquel puerto del Mediterráneo.
Embarca posteriormente en el navío "San Isidro" y asiste al combate naval del Cabo San Vicente, junto con Martín Alvarez; en este combate fue hecho prisionero. Libertado, embarca nuevamente y, como soldado aún, asiste al combate naval de Trafalgar, en el que sufre, con su compañero Pérez de los Ríos, variadas heridas y salva, con peligro de su vida, una bandera que hubiera caído al mar.
Pronto, por sus méritos, asciende a cabo y a sargento, destacándose en todo momento. Toma parte muy importante en la Guerra de la Independencia, asistiendo a la rendición de la escuadra de Rosily (1.808), en donde acredita sus excepcionales dotes militares; asiste con su batallón a la acción de Bailen, mereciendo el ascenso a alférez en el campo de batalla.
Pasa entonces a formar parte del Ejército de Tierra, y vuelve a brillar su estrella en tal forma, que alcanzó el empleo de coronel como premio a la gloriosa defensa de Vigo y del Puente de Sampayo (08-06-1.809).
Con Castaños alcanza el grado de general de brigada y, al año siguiente, el de división.
Pasa al Ejército de Lord Wellington y termina brillantemente su campaña.
En 1.815 sostuvo destacada actuación en América, y al regresar a España (1.820), se le concede el título de Conde de Cartagena, por sus méritos en Cartagena de Colombia, y el de Marqués de la Puerta. Fue Capitán General de Madrid, mandó al ejército en la Guerra Carlista y falleció a los cincuenta y nueve años, con cuarenta y seis de servicio.
HAY DOS TIPOS DE EJí‰RCITO, UNO CON BONITOS CAí‘ONES Y Jí“VENES OFICIALES REGIMENTALES Mí
RE: Infantería de Marina española
Bueno, por hoy creo que llega la lectura, pondré más cuando encuentre un rato para seguir copiándolo.
Ahora os dejo unas fotos de la flotilla de cazaminas, saliendo de Ferrol con hostigamiento por parte de la sección de embarcaciones del Tercio Norte
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HAY DOS TIPOS DE EJí‰RCITO, UNO CON BONITOS CAí‘ONES Y Jí“VENES OFICIALES REGIMENTALES Mí
RE: Infantería de Marina española
más fotos
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RE: Infantería de Marina española
sigo
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RE: Infantería de Marina española
La última foto es una bella estampa de una puesta de sol con los tres cazaminas como protagonistas.
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RE: Infantería de Marina española
:plas:plas:plas:plas
Puedes explicar también por qué se le concedió la gracia a la Infantería de Marina de portar las rayas en el pantalón de su uniforme?
saludos
Puedes explicar también por qué se le concedió la gracia a la Infantería de Marina de portar las rayas en el pantalón de su uniforme?
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Valientes por Tierra y por Mar. Larga vida al TEAR Â Â Â Â Â Â Â Â Â
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