Un juego de prismáticos es un accesorio que no debería faltar en cualquier escapada al aire libre que se precie. Ya 
Prismáticos con brújula Pentax Hydro Compass 7x50. Como la mayoría de estos dispositivos, este modelo es completamente resistente al agua.sea para avistamiento de aves, observación de la naturaleza salvaje, búsqueda y acecho de una pieza de caza, o durante la navegación en un barco, este dispositivo óptico es un instrumento de gran ayuda para acercarnos visualmente a nuestro objetivo. En cualquiera de las situaciones comentadas, el uso de los binoculares suele acompañarse de otro complemento de igual o más utilidad. Hablamos de esa brújula que nos permitirá orientarnos en pleno monte, mantener la dirección de la marcha deseada, o conocer en qué punto o situación geoestratégica nos encontramos. Sabiendo la practicidad y el tan habitual empleo de estos dos dispositivos en numerosos escenarios, algunos fabricantes de óptica se han atrevido a conjugar en un único producto ambos elementos, dando vida así a una serie de prismáticos con brújula incorporada.
Una de las firmas pioneras en la fabricación de este tipo de producto fue la alemana Steiner. Muy vinculada desde prácticamente sus inicios a la óptica de uso militar, esta casa fue la primera que se atrevió a montar una brújula en el cuerpo de sus binoculares. Lo hizo concretamente en la popular gama Steiner Commander, todavía hoy en
producción, y que cuenta actualmente con 4 modelos que siguen sirviéndose con una brújula integrada. Continuando el ejemplo de Steiner, otros fabricantes como Bushnell, Nikon, o Konus, han incorporado a su catálogo de productos una línea de binoculares con este instrumento de orientación incorporado, ofreciendo así al posible usuario una potente y versátil herramienta para sus aventuras outdoor. Dado que Steiner y su gama Commando marcaron la pauta, la mayoría de fabricantes que posteriormente siguieron sus pasos en este campo apostaron por imitar la tendencia establecida por la compañía germana. Así, prácticamente todos decidieron diseñar sus prismáticos con brújula en una única medida: 7x50 (7 aumentos o zoom, y objetivos de 50mm de diámetro). Y hasta ahora, prácticamente el único que se ha desviado de esta línea ha vuelto a ser la propia casa Steiner, quien ha ampliado su gama de binoculares con brújula Commando con la adición de un nuevo modelo más compacto en 7x30.
Aunque por sus propias características diríamos que estamos ante un producto de gran versatilidad y múltiples 
Steiner es una de las pocas firmas que se han atrevido a romper la hegemonía de los modelos 7x50. Aquí su más reciente Navigator Pro 7x30 con brújula.aplicaciones, lo cierto es que donde más se ha empleado con el paso de los años estos prismáticos con brújula ha sido en el sector marítimo. No es casualidad por tanto que casi todos los modelos que cuentan con estos dos dispositivos en su estructura respondan comercialmente al nombre de “Marine” o “Navigator”. En el primer caso encontramos dos buenos ejemplos en los prismáticos Nikon Marine Compass 7x50 y en los Bushnell Marine Compass 7x50. En el segundo, se trata de una evolución de la gama Commander de Steiner, lanzada recientemente con la denominación Steiner Navigator Pro y que cuenta con dos modelos con brújula integrada: de nuevo un 7x50 y un 7x30. Al estar pensados para un uso en terrenos acuáticos y húmedos, estos dispositivos ópticos presentan una completa protección al agua (waterproof), plasmada en una estanqueidad total de todas sus juntas y la instalación de una carcasa de goma protectora que suele envolver todo el cuerpo del binocular.
Características comunes
Como hemos visto, la mayoría de estos prismáticos ofrecen un zoom de sólo 7 aumentos. Este hecho se debe a que están pensados para un uso en movimiento (especialmente en la cubierta de un barco), por lo que hay que tener en
cuenta que si usáramos unos binoculares de más aumentos (de 8x, 10x o 12x), el movimiento de la embarcación haría que la imagen se desenfocara continuamente, a menos que el aparato contara con un estabilizador de imagen incorporado. Otro factor que comparten la mayoría de estos modelos es el campo de visión. En este sentido, la cifra habitual suele moverse entre 5º y 7º, y este dato indica el ancho de imagen que se ve a través de estos binoculares. Así, contra más alto sean los grados, mayor campo de visión ofrecerán los prismáticos. También encontramos en la mayoría de estos modelos la ausencia del enfoque central manual, ya que al prescindir de esta rueda de ajuste, se garantiza una mayor estanqueidad del dispositivo óptico. Aun así, en el mercado actual podemos encontrar modelos y fabricantes que sí deciden introducir este enfoque manual en sus binoculares con brújula (actúa de forma similar a una rueda de paralaje en los visores), ya que permite enfocar y ver con mayor nitidez tanto la propia imagen deseada, como la información de la brújula.
Precisamente la brújula es el último elemento común que está presente en todos estos modelos. La mayoría de los fabricantes colocan la brújula en uno de los lados de los prismáticos, por lo que su lectura se hace con un solo ojo, lógicamente con aquel sobre el que está montado este instrumento orientativo. Su parte externa suele estar protegida por la propia carcasa de goma que envuelve todo el cuerpo del binocular. Para su rápida y correcta lectura, la mayoría de fabricantes utilizan un escalímetro vertical que está grabado sobre la propia lente, mientras que en la parte inferior suele aparecer la cifra en grados de la brújula (de 0º a 360º). Dicho escalímetro funciona como una especie de retícula balística, ya que con una rápida observación 
Los prismáticos Nikon Marine Compass 7x50 reúnen algunas características habituales en estos accesorios, como el cuerpo protegido por una carcasa de goma o la brújula iluminada. Y a diferencia de otros, dispone de enfoque central.permite realizar un cálculo estimado de la distancia aproximada a la que se encuentra el objetivo al que se está enfocando (un faro, otro barco, un animal, o cualquier objeto de figura “medible”). Algunos fabricantes como la pionera Steiner han ido incorporando brújulas digitales a sus más recientes modelos. Por lo general, estas nuevas brújulas no necesitan calibrarse ni ajustarse previamente, ya que funcionan de forma electrónica a través de un campo magnético. Además, gracias a su tecnología digital, su orientación es extremadamente precisa. Para incrementar las posibilidades de uso de estas brújulas, muchas de ellas incorporan también un sistema de iluminación propio, el cual mediante una pequeña batería permite iluminar la brújula y facilitar su lectura en condiciones de baja o nula luminosidad.
En mar y montaña
A pesar de que como hemos visto tanto los orígenes como la propia evolución de estos dispositivos ópticos está muy vinculada a ambientes marinos, en los últimos años el uso de estos sistemas se ha extendido a otros ámbitos, fundamentalmente al sector cinegético y excursionista. Para los cazadores, especialmente para aquellos que practiquen la modalidad de rececho, esta puede ser una herramienta fundamental tanto para divisar con claridad y nitidez al objetivo que se desea abatir, como para saber en todo momento cuál es la ruta y la dirección que se está 
Identificador de la iluminación de la brújula en este modelo Bushnell Marine.siguiendo en el acecho. Dado que generalmente son prismáticos waterproof (resistentes al agua), tanto su carcasa protectora como el relleno de nitrógeno de todos sus tubos aumentan notablemente su peso, por lo que su transporte en largas caminatas puede resultar más pesado de lo habitual. Sin embargo, tener dos prácticas herramientas en un mismo producto puede compensar a más de un cazador que se plantee su posible adquisición.
En cuanto al precio de venta de estos dispositivos, podemos decir que varía de forma considerable en función de la calidad de los materiales empleados, el tratamiento de las lentes utilizadas, y el prestigio del fabricante. Así, a groso modo, podemos encontrar prismáticos con brújula a partir de unos 230 euros (Konus Tornado), mientras que el precio en modelos más sofisticados, como serían los de las casas Steiner o Nikon, podría superar con creces los 1.000 euros (en función de cada modelo).
Para finalizar, conviene recordar que la instalación de dos sistemas de medición y avistamiento en un mismo artículo no es una gran novedad en el terreno de la óptica actual. Desde hace algunos años varias marcas han ido incorporando a sus prismáticos otro elemento diferente a la brújula. Se trata de un telémetro digital o calculador de distancias, que, en conjunto con los binoculares, permite no sólo visualizar con claridad a nuestro objetivo, sino que también, gracias al uso del telémetro láser, podemos conocer a qué distancia real se encuentra de nuestra posición. Dentro de este campo, uno de los principales referentes es la marca Bushnell, la cual dispone de una gama denominada Fusion 1 Mile ARC que aúna la óptica de unos excelentes binoculares con la alta precisión métrica de un telémetro. Compuesta actualmente por 3 modelos (12x50, 10x42, y 8x32), todos ellos permiten calcular de forma rápida y precisa distancias de entre 10 y 1760 yardas (9,1 a 1.609 m). Lógicamente, y al igual que sucede con los prismáticos con brújula incorporada, su peso también es superior al de los binoculares estándar, 
Antiguo conjunto de caza: unos viejos prismáticos y una práctica brújula.aunque su practicidad y opciones de uso se multiplican notablemente con respecto a ellos.
